Tensión creciente entre la Junta de Andalucía y Ias diputaciones

«No vamos a reconocer a nadie capacidad para coordinarse paralelamente o por encima de la Junta de Andalucía», declaró ayer a EL PAIS el presidente de dicho organismo preautonómico, Plácido Fernández Viagas, en torno a sus relaciones, cada día más tensas, con las diputaciones provinciales y algunos delegados ministeriales de la región andaluza.

El presidente se vio desagradablemente sorprendido durante su reciente visita a Córdoba invitado por la Comisión Coordinadora de las Diputaciones, no sólo por determinadas anomalías formales (nadie acudió a recibirle, tuvo que pedir que se izase la bandera andaluza y la comisión ya había debatido el orden del día cuando le citaron), sino, fundamentalmente, por la decisión de las diputaciones de ratificar la continuidad en su Coordinadora.Hay que señalar que en el interior del consejo permanente los consejeros socialistas y el comunista han expresado reiteradamente su oposición a la pervivencia de este organismo que, en su opinión, podría suplantar la labor regional específica de la Junta. UCD, por el contrario, estima que la Comisión Coordinadora no compite en sus funciones con la Junta.

«Lo que nos anunciaron los representantes de las diputaciones en el consejo, señores Barbadillo y Santaolalla, era justamente lo contrario de lo que han acordado. La Junta no puede tolerar esto», señaló el presidente, quien indicó que el objetivo prioritario en este tipo de visitas es buscar el apoyo del pueblo andaluz a través de sus fuerzas políticas representativas. Preguntado si no existía hecho una guerra abierta entre presidente y las diputaciones, Fernández Viagas contestó: «No cabe hablar en absoluto de una guerra entre quienes representan la voluntad popular y quienes son meros residuos del autoritarismo.»

Con respecto a la recomendación hecha por el ministro para las Regiones de que cuando se produjesen obstáculos a la tarea de los órganos preautonómicos por parte de la administración periférica los consejeros acudiesen al ministro correspondiente, el presidente dijo que no le parecía ése el camino correcto.

En vista del deterioro de la situación, lo más probable es que Fernández Viagas planteé el tema de modo frontal en la próxima reunión del Consejo, el viernes día 30, y solicite una condena tajante de la que considera una actitud de boicot a la Junta. No obstante, el propio Consejo podría entrar en crisis, ya que las opiniones de UCD al respecto difieren notablemente de las sustentadas por el presidente y su partido (PSOE).

En concreto, un parlamentario de UCD -y su posición parece ser ampliamente con partida en las esferas dirigentes del partido gubernamental- ha manifestado a este corresponsal: «Lo que está ocurriendo confirma mi opinión personal de que Fernández Viagas no es la persona adecuada para presidir la Junta de Andalucía.» El motivo fundamental sería que «no sabe estar en su sitio».

La misma fuente criticó duramente la obsesión partidista de Plácido Fernández e incluso su resentimiento político, no personal, que es lo contrario de lo que debe caracterizar un cargo como el suyo, que tiene que tratar de situarse por encima de las rivalidades de partidos. Su inasistencia al homenaje tributado en Sevilla a las fuerzas de orden público fue puesta como ejemplo de esa postura incorrecta del presidente.