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Graves denuncias ante la situación de la cárcel de Carabanchel

«Las fuerzas de orden público controlan de tal manera la prisión de Carabanchel que podría decirse que en estos momentos son ellos los que ostentan la dirección del centro y no su director, Carlos Paredes», denunció ayer Fernando Salas abogado, en una rueda de prensa con varios letrados y familiares de presos políticos y sociales encarcelados en Carabanchel.«Está sucediendo lo que no pasó ni en las épocas más duras de la dictadura: el pasado día 13 de junio dos de mis clientes -dijo uno de los abogados- fueron golpea dos por nueve policías durante la guardia del capitán Bernabéu. Al parecer, los habían confundido con dos miembros de los GRAPO que andaban buscando. Entre este grupo de policías se encontraba uno que es hermano de otro agente muerto hace unos meses en un atentado en Vallecas».

«Al día siguiente -continuo-unos diez policías golpearon durante media hora a José Ramón García Bartolomé, uno de los dos militantes de los GRAPO detenidos en Carabanchel. García Bartolomé se encuentra actualmente en la enfermería de Carabanchel y no en Soria, como dijo algún medio informativo. La dirección de la prisión había sido avisada de que la policía estaba implantando el terror en las galerías, buscando a los presos políticos, pero el director del centro parece que se ha limitado a ordenar a los funcionarios que no den datos a las fuerzas antidisturbios sobre la identidad de los presos. Esto está originando que muchos presos hayan sido golpeados al ser interrogados.»

«Nosotros hemos interpuesto denuncias en el juzgado número nueve contra las fuerzas de orden público, contra el director de la prisión y contra el director de Instituciones Penitenciarias, Carlos García Valdés. Consideramos que García Valdés ha iniciado la reforma penitenciaria con buena voluntad, pero si no le dejan llevarla a cabo su deber es dimitir y denunciarlo. De lo contrario se está convirtiendo en cómplice.»

«Llamar a los antidisturbios -añaden- para intentar llevar a cabo su reforma, no nos parece una medida coherente. Máxime sabiendo que una vez dentro no pueden ser controlados. Por otro lado, es necesario que haga una depuración de funcionarios que se opongan a su reforma. Tenemos pruebas de muchos directores de prisiones que no hacen leer sus circulares a los presos y, mucho menos, las cumplen.»

En señal de protesta contra el apaleamiento de García Bartolomé y contra la actual situación de los centros penitenciarios, seis mujeres detenidas en Yeserías se encuentran en huelga de hambre desde el pasado jueves. Su estado, según comunicaron los abogados, es sumamente crítico. Entre sus peticiones figura la de que García Bartolomé sea trasladado de nuevo a la cárcel de Soria, de donde le trajeron a Carabanchel hace unos dos meses para efectuar un interrogatorio.

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