Delegados del Gobierno boicotean el trabajo de la Junta andaluza

, Varios gobernadores civiles están dando muestras de no tener el más mínimo deseo de colaborar con la Junta de Andalucía e incluso se ha comprobado, al menos en un caso, que se han dado instrucciones a los delegados provinciales de ministerios para que no faciliten información a los consejeros. Esta grave acusación, que fue formulada ayer a EL PAIS desde fuentes directas de la Junta, sirvió de base, al parecer, a la declaración hecha pública por el Consejo Permanente tras su reunión del pasado lunes en torno a la postura adoptada por determinadas autoridades y órganos de la administración periférica.

Dicha declaración, aprobada tras varias horas de debate a causa de la oposición de los consejeros de UCD, señala que «el Consejo quiere expresar su preocupación ante ciertas actitudes de inhibición o reticencia que repercuten negativamente en la defensa de los intereses del pueblo andaluz que esta Junta de Andalucía ha asumido plenamente. Al mismo tiempo este Consejo permanente quiere agradecer de forma ex presa la colaboración de quienes desde el primer momento se han puesto incondicionalmente a su disposición». Aunque todos los consejeros se han manifestado sobre el tema de forma muy comedida, el propio presidente de la Junta, Plácido Fernández, durante una rueda de prensa, explicó que aún no se había recibido en los Gobiernos civiles ninguna respuesta a la solicitud de información sobre el problema del paro que les hizo llegar el ConsejoOtro elemento de juicio tenido en cuenta por el Consejo Fiara hacer la citada declaración fue el informe presentado por el consejero de Cultura, Alfonso Lazo (PSOE), sobre la pobre acogida de una carta suya a los ocho delegados provinciales del Ministerio de Cultura, carta que habría recibido reacciones de desinterés y, en algunos casos, de indignación. Las mismas fuentes indicaron a EL PAIS que dos directores de museos que se habían entrevistado días atrás con el titular de Cultura le pidieron encarecidamente que no hiciese públicos sus nombres, ya que tenían órdenes de no proporcionar información a la Junta y echar balones fuera en los asuntos, procedentes de ésta.

Se ha sabido también, aunque los protagonistas se negaron ayer a confirmarlo, que dos cartas dirigidas a los consejeros del Interior e Industria y Energía, Carlos Sanjuán (PSOE) y Tomás García (PCE), con mención expresa de su condición de tales, fueron devueltas por la Diputación Provincial de Málaga, donde residen habitualmente, con la indicación persona desconocida. Afortunadamente, el servicio de Correos logró hacerlas llegar a sus destinatarios.

Otro detalle justificativo del malestar existente entre los consejeros es el hecho de que de todas las autoridades de la región andaluza solamente once han felicitado al presidente por su nombramiento. El mismo lunes la Junta de Andalucía fue ignorada a la hora de realizar las invitaciones para un almuerzo de trabajo con el ministro de Obras Públicas, Joaquín Garrigues, en visita oficial a Sevilla. Finalmente, el olvido fue subsanado por iniciativa del propio ministro.

En otro orden de cosas, el Consejo acordó solicitar del Gobierno y el Parlamento que la Junta esté representada en el patronato que regirá el coto de Doñana tras la prevista remodelación del mismo y crear dos comisiones ejecutivas, una sobre condición femenina y desarrollo comunitario, y otra sobre transportes y comunicaciones.