Sólo dos equipos sin posibilidades de llegar a la final

El Mundial de la mediocridad entre en su jornada decisiva de clasificación para las finales. Sólo dos equipos, Austria y Perú, se encuentran totalmente descartados en cada uno de los grupos semifinales. Hoy miércoles, tras los encuentros Holanda-Italia, -dirigido por Franco Martínez-, RFA-Austria, Argentina-Perú y Brasil-Polonia, se podría dar el caso de un empate múltiple entre los equipos aún con posibilidades. Sería entonces la diferencia de tantos o el mayor número de ellos conseguidos, lo que diera a cada uno el pase al partido final o para el de los puestos tercero y cuarto. Dentro de la mediocridad reinante, la igualdad es nota dominante de un torneo que puede decidirse más que por el juego, por los números.

Los resultados habidos hasta ahora en el campeonato no han hecho sino confirmar la idea que se planteó desde el primer día. Al no haber ningún equipo o equipos con superioridad en el campo, las sorpresas se han sucedido y, a falta de una jornada en la segunda fase de clasificación, seis de los ocho equipos participantes tienen posibilidades de alcanzar una de las dos primeras plazas. Se da el caso curioso, como el mismo seleccionador italiano, Bearzot, ha señalado, que la RFA, con dos empates solamente en esta fase final, cuatro en el total del campeonato y una sola victoria -la de México- aún tiene posibilidades de ser finalista. Desde luego no parece muy normal, especialmente contra la propia Italia, que ha logrado cuatro triunfos y un empate. Si el pasado partido Holanda-RFA adquirió caracteres de final, el empate ha dejado las espadas en alto nuevamente y ha dado al Italia-Holanda de hoy en River más importancia todavía. Al hablar de que este Mundial se puede decidir por los números, no se inventa nada, pues Holanda está en situación de ser finalista con un simple empate frente a Italia, aunque la RFA gane a Austria. Los alemanes, para superar al equipo naranja, deben ganar al de Senekowitsch nada menos que por 4-0, 6-1, 7-2, o sucesivos resultados con diferencia de cinco goles. Un 5-1 igual al conseguido por los holandeses frente a Austria sólo les llevaría a un sorteo, siempre contando con un empate a cero goles entre Holanda e Italia; recordemos que los primeros tienen 7-3 de goles a favor y en contra, por 1-0 de los segundos -pero lo deciden entre sí, al estar ambos igualados a tres puntos- y 2-2 de los alemanes, que precisarían ganar al tener sólo dos puntos.

En el grupo B las cosas parecen menos complicadas, sobre todo para Argentina, dado que Perú no tiene ya ninguna posibilidad y que el equipo albiceleste le ha vencido en los dos últimos partidos, por 3-0, aquí en Buenos Aires, y por 3-1 en Lima. Corno argentinos y brasileños están empatados a tres puntos, a estos últimos no les servirá de nada su mejor coeficiente, 3-0 por 2-0, si no ganan y si lo hace Argentina.

Por lo pronto, han pedido a la FIFA que atrase el horario de su partido, previsto en principio para las 16.45, a las mismas 19.15 de Argentina, pero no se ha accedido a su petición aduciendo que ya estaba programado y aceptado de antemano. En realidad, jugar antes es una ventaja más para Argentina, que saldrá ante Perú sabiendo el resultado de sus directos rivales. Pero también puede ser un arma de dos filos para los anfitriones, si se ven forzados a superar un buen resultado de Brasil. El problema es que éstos lo consigan. A fin de cuentas ya se sabe que jugar de local es muy importante y Argentina le debe a ello -tema arbitral, que parece se ha dejado influir- tanta parte de su situación, como al mismo público.