Por el momento, Suramérica aventaja a Europa
El fútbol suramericano impone su hegemonía por el momento en el Mundial. Aunque el partido entre los dos mejores representantes de cada continente hasta ahora, Italia y Argentina, terminó con triunfo europeo, el conjunto de resultados desde el comienzo del torneo favorece al suramericano. Por otra lado, aún quedan a peor nivel, pese a la mejora de los dos primeros, el fútbol africano, asiático y centroamericano. México, asiduo participante en la historia de los mundiales, ha tenido el mayor de los fracasos.
Sin contar el resultado del encuentro Polonia-Perú, que se juega hoy en Mendoza, el duelo europeo-suramericano en el fútbol del Mundial favorece hasta este instante al nuevo continente. Por lo pronto, y siempre al margen de rendimientos, los tres equipos participantes se clasificaron para la segunda ronda. Incluido el triunfo de Argentina sobre Polonia, el pasado miércoles, los equipos de Suramérica han vencido en cinco partidos: Argentina, 2; Hungría, 1. Argentina, 2; Francia, 1. Perú, 3; Escocia, 1. Brasil, 1; Austria, 0. Y el citado contra Polonia. Otros tres encuentros terminaron en empate: Brasil, 1; Suecia, 1. Brasil, 0; España, 0; y Perú, 0; Holanda, 0. Y uno solo, el Argentina, 0; Italia, 1, en derrota aunque fuese el más importante y significativo al enfrentarse los dos equipos punteros de ambos continentes. La superioridad suramericana, pues, es sólo de conjunto y en números. Europa perdió a la mitad de sus representantes, para la segunda fase: España, Suecia, Francia, Escocia y Hungría, mientras clasificó a Holanda, Austria, RFA Polonia e Italia.En los nueve partidos entre equipos suramericanos y europeos se marcaron dieciséis goles, doce de los cuales fueron conseguidos por los primeros y sólo cinco por los segundos. Ello también es significativo de los poderes ofensivos y defensivos de cada uno. El dominio suramericano se trasplanta también al plano físico, en el que ya Europa no tiene ventaja. Si Argentina sigue en condiciones de aspirar a todo todavía es gracias a su fuerza, por ejemplo.
México, representante del fútbol centroamericano, ha sido el peor equipo del torneo, con tres derrotas, un solo gol a favor y doce en contra; así, pues, el más goleado y el menos goleador también, junto con Suecia. Su actuación ha supuesto un retroceso grande para el fútbol de su zona, del que ha sido siempre habitual número uno. En realidad no ha hecho sino confirmar su falta de ideas y juego que exhibió en Granada cuando fue derrota sin pena ni gloria por una muy endeble España, 2-0.
Túnez e Irán, en cambio, equipos africano y asiático, han funcionado mucho mejor, sobre todo el primero, verdadero ejemplo del fútbol del futuro, con un conjunto de habilidad, rapidez, juego a espacios libres y fuerza. Los tunecinos ganaron a México por 3-1, como Polonia, y sólo cayeron ante los terceros del último Mundial por un gol, en solitario fallo defensivo, a mitad de partido. Después, como incluso frente a la RFA, ante quien arrancaron un empate meritísimo, jugaron de igual a igual y con grandes ocasiones de gol. Han quedado eliminados, pero con tres goles a favor y dos en contra, muy honrosamente. No así Irán, que sólo tuvo el mérito de empatarle a Escocia, con lo que impidió su clasificación, pero fue goleado primero por Holanda -a la que tuvieron los escoceses en las cuerdas y la hubiesen noqueado sin su empate con los iraníes- y luego por Perú.
