El metal de Vizcaya irá al paro el próximo miércoles

Las nueve centrales sindicales que negocian el convenio colectivo del sector del metal en Vizcaya -afecta a 90.000 trabajadores- acordaron ayer la realización, el miércoles próximo, de un paro de una hora en todas las fábricas para protestar por la intransigencia en la mayoría de los puntos de discusión del nuevo convenio, que ha llevado a la ruptura temporal de las negociaciones.Los representantes de las centrales sindicales consideran este paro como un aldabonazo a la atención de los empresarios, a los que hacen saber que, pese a su deseo de no forzar las cosas ni llegar, en principio, a posturas extremas, están dispuestos a adoptar medidas fuertes si no consiguen el convenio que desean.

En la reunión del jueves que motivó la ruptura, la patronal rechazó la petición de 84.000 pesetas que le hicieron las centrales sindicales, ratificando su contraoferta de 68.000 de pesetas. Tampoco aceptaron los empresarios el sueldo mínimo de 27.000 reivindicado para los peones. Se muestran, sin embargo, dispuestos a incrementar una cantidad algo inferior en pluses de convenio.

Otro punto conflictivo de la negociación, no resuelto anteayer, es el de las vacaciones. Los representantes de Ios trabajadores solicitaban veintiséis días laborables de vacaciones (lo que supone prácticamente el mes complete). La patronal, por su parte, contraofertó con veintiocho días -globales- de vacaciories, siempre y cuando acepten aquellos el pago de los salarlos por talón o transferencia bancaria.

Entre las pretensiones de los trabajadores, no aceptadas por los empresarios destaca la reducción de los escalones laborales y concretamente la definitiva equiparación de la categoría de peones y especialistas.

Hay otro aspecto que dificulta, hoy por hoy, la negociación y es la pretensión de los trabajadores de que el convenio que se va a firmar concluya el 31 de agosto, iniciándose quince días después la negociación de otro nuevo. Opinan los trabajadores que el convenio que ahora se negocia debe ser un puente entre el laudo de hace tres años -aún vigente- y uno nuevo que debe estar por encima de la legislación laboral, es decir, que suponga casi fijación de una especie de ordenanza laboral que sirva en el futuro de base de actuación en el sector del metal.

A esta propuesta respondió la patronal con una contraoferta de un nuevo convenio siempre y cuando el que se negocia concluya el 31 de octubre.