España, elegida miembro del Consejo de la OIT

La delegación tripartita española (Gobierno, empleadores y trabajadores) ante la 64 sesión de la Conferencia Internacional del Trabajo logró ayer tres triunfos resonantes, al resultar electo un delegado de cada uno de los tres grupos, para integrar el consejo de administración de la OIT, máxima instancia colectiva de dicha organización, integrada por 136 Estados miembros.

Este éxito tripartito es, sin embargo, mucho más significativo en el plano internacional para el Gobierno de España, que obtuvo una representación titular en el estamentos de Gobiernos del consejo de administración. Los trabajadores españoles, por intermedio de José Antonio Aguiriano, de la UGT, lograron un lugar en calidad de miembros adjuntos del grupo de trabajadores del mismo consejo y Vicente Castellano, por los empleadores, de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales), también una representación en la misma calidad de miembros adjuntos.La candidatura gubernamental española se vio seriamente amenazada al presentarse tres candidatos por la región de Europa occidental de la OIT. Suecia, uno de los candidatos, ejerció presiones diplomáticas hasta último momento, dentro y fuera del ámbito de la Organización Internacional del Trabajo. Malta, con posiciones más austeras, también significó una seria amenaza, al estimular la diversificación de los votos de los 135 Estados miembros con su candidatura. Sin embargo, y los hechos lo demuestran, pudo más la ágil y activa gestión diplomática deManuel Jiménez de Parga, ex ministro de Trabajo de España y actual embajador ante la OIT, que en un plazo de menos de quince días, desde que asumió la embajada, se jugó el todo por el todo en esta verdadera carrera electoral.

En la elección para el miembro europeo del consejo de adminístracíón, nínguno de los tres candidatos, niEspaña, ni Suecia, ni Malta, obtilvieron lamitad más uno de los,votos, es decir, 10 1 votos. España z)btuvo 98, Suecia 86 y Malta dieciséis. Suecia y Malta, ante la inferioridad de sufragios, se vieron prácticamente obligadas a retirar sus candidaturas, mientras que España mantuvo la suya y obtuvo el triunfo por 175 votos a favor, dieciocho nulos y dos abstenciones.

Minutos después, Jiménez de Parga, que encabeza la delegación gubernarnental española, junto al subsecretario de Trabajo, Gerardo Hargiindey, declaró a EL PAIS que la votación «es un triunfo de todas las fuerzas sociales de nuestro país, ya que entre todos -sostuvo- estamos realizando esta c,bra grande de consolidación (le la democracia, como acabade reconocerse en esta sala».

Por su parte, Gerardo Harguindey declaró que «la votación es importante para España, porque podrá volver a sentarse en el consejo de administración después de 38 años». Agregó que este resultado, por encima del triunfo de un Gobierno o de un partido político gobernante, es el triunfo de la España democrática y, en consecuencia, de un país que se reconstruye política y socialmente con el esfuerzo conjunto del Gobierno y la Oposición. Harguindey valoró también el éxito obtenido por la representación de los trabajadores y empleadores españoles.

Finalmente, Fernando de Benito, embajador de España ante las Naciones Unidas, en Ginebra, expresó que «la votación constituye un respaldo de la comunidad internacional a la nueva realidad española, tanto en lo político como en lo sindical».

Al finalizar la votación que dio el significativo triunfo a la delegación gubernamental española, estaban ausentes de la sala tanto la representación de trabajadores como de empleadores españoles,

Cabe recordar que Marcelino Camacho, jefe de la delegación laboral de nuestro país, que estuvo tres días en Ginebra, para después regresar a Madrid, declaró aquí a la prensa que España y el pueblo español merecían estar representados en el consejo de administración, pero el Gobierno «todavía no».

Finalmente hay que señalar que José Antonio Aguiriano resultó electo para miembro del estamento de los trabajadores, en calidad de adjunto.