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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Protección a pensionistas

Ultimamente se habla mucho de los pensionistas, del aumento de las pensiones y de lo mucho que le preocupa al Gobierno su situación.No niego que el aumento haya sido espectacular, teniendo en cuenta el estado mísero en que se encontraban, pero hay ciertos puntos que quedan todavía por resolver. Me han dicho que «las cosas de palacio van despacio», que no se pueden solucionar todos los problemas de un golpe, y estoy de acuerdo. Lo que no puedo soportar es el aire triunfallsta y la falta de sinceridad de las personas responsables, al tratar este tema.

En el pasado mes de abril he seguido de cerca dos aspectos de esas pensiones en la persona de un familiar, una mujer viuda de 68 años. «Disfruta» de una pensión de 11.000 pesetas mensuales, que. le quedó de su profesión como portera, con las que debe pagar comida, vivienda, transporte, etcétera.

Se enteró que en algunas ramas era ocompatible la propia pensión con la de viudedad, incluso con apenas dos años de cotización del maridoy la solicitó para poder vivir con un poco más de desahogo y dignidad, ya que su marido cotizó a la Seguridad Social, durante diez años, en la Mutualidad Agraria.

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Pero he aquí que no todas las mutualidades tienen las mismas reglas, y como siempre el campo es el farolillo rojo a la hora de conseguir mejoras. Su marido tuvo la desafortunada idea de morir se diez años después de dejar de cotizar y, por tanto, esta señora se queda sin pensión. Lo terrible del caso es que el funcionario del Instituto Nacional de Previsión nos dijo que, aunque no disfrutase de pensión alguna en la actualidad, no cobraría tampoco la que le correspondería por el trabajo de su marido, pues es preceptivo haber cotiza do cinco años dentro de los últimos diez, anteriores a su fallecimiento. Ella se consuela pensando en otras viudad que cobran 1.500 pesetas.

El otro aspecto es la bonificación que el Ayuntamiento de Madrid concede a los pensionistas que uÍtilizan el transporte urbano. Como esta señora vive en Leganés, y Leganés no pertenece al Ayuntamiento de Madrid, todos los pensionistas que allí viven se quedan sin bonificación.

¿Ha olvidado el señor alcalde la cantidad de pensionistas que viven en la periferia de Madrid, precisamente porque no tienen recursos suficientes para vivir en el barrio de Salamanca u otro similar, mucho mejor comunicado que Leganés? ¿Es que estos nuevos proyectos no se pueden poner en práctica own una intención menos raquítica y pensando de verdad en los más necesitados?

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