_
_
_
_
_
ARGENTINA 78

España debutó con una derrota

España no fue capaz de ganar ni a Austria. Había un mañana estomagante escrito para la selección española en el Mundial argentino. En la primera confrontación, el mal presagio se ha cumplido. España no ha sido capaz de ganar ni siquiera a Austria, selección tenida por la inferior de las cuatro que componen el grupo. Austria ha sabido derrotar a España en buena lid. España no ha sabido ganar cuando la ocasión le ha sido propicia. El debut ha sido decepcionante. El futuro, como siempre, es negro, y como siempre, depende no sólo de lo que pueda hacer nuestra propia selección, sino también de las carambolas a tres bandas.La selección que ha alineado Kubala ha invertido todas sus virtudes en el primer período y no ha sabido aprovechar las ocasiones de gol quizá en pura justicia, porque éstas se han producido más atropellando la razón que en función de un juego bien planteado y bien desarrollado.

En el primer período han asomado rápidamente los fallos fundamentales del equipo. La defensa dejaba huecos por los que cabía presumir que acabarían colándose los peligrosos hombres-punta de Austria. Con todo, el defecto fundamental de esta selección, apuntado en estas páginas casi con reiteración, ha sido la ausencia de un hombre capaz de imponer orden en el equipo y, sobre todo, de pensar en los momentos en que más necesario se hacía usar la razón.

En el primer tiempo, la falta de ese director de orquesta ha quedado suplida, o más bien disimulada, por el coraje y la velocidad de los hombres del centro del campo español. No obstante, los resultados prácticos que se iban produciendo demostraban bien a las claras que de no resolver el partido en dos circunstancias propicias, los austríacos iban a acabar por tomar la medida al equipo hispano.

Solamente durante unos minutos se ha abierto el juego por las alas, única manera que existe en fútbol para desconcertar a la defensa adversaria y propiciar remates en condiciones idóneas dentro del área. El equipo español ha jugado la mayor parte de los noventa minutos apelotonado en el centro del terreno y ni siquiera los cambios de la segunda parte han mostrado alguna ventaja con respecto a lo que se había producido con anterioridad. Ni Leal ha mejorado la actuación de Cardeñosa, ni Quini ha superado a Rexach. El catalán, aunque frío, como es habliual en él, ha sido uno de los pocos que ha actuado inteligentemente, y era de esperar que por su facilidad en el tiro a puerta, un golpe de fortuna le colocara en situación de mejorar el marcador para España.

Han pasado noventa minutos y todavía no acierto a explicarme cuál ha sido la misión encomendada a San José. Han pasado noventa minutos sin que los espectadores pudiéramos alcanzar a comprender las razones que impulsaron a Kubala a seleccionar a De la Cruz y dejar en España a otros defensas de brillante trayectoria. Durante la mayor parte del encuentro Marcelino ha caído en la trampa de perseguir al ex valencianista Jara que desde una posición retrasada servía de enlace entre defensores y atacantes en los contragolpes de su equipo. La defensa ha fallado en exceso, la media ha sido incapaz de actuar con el mínimo orden, y la delantera apenas ha podido lucir sus habilidades, y cuando lo ha hecho, tampoco ha tenido la fortuna necesaria.

Austria ha montado un dispositivo eminentemente defensivo y tan sólo ha dejado en punta al extremo Schachner y al delantero centro Krankl. Bien cerrado atrás el equipo austríaco ha contado con hombres seguros en la defensa y con un centrocampista sensacional en el juego y en la entrega, que ha sido Prohaska. Los austríacos han jugado al contraataque con gran habilidad y han acabado por demostrar mejores condiciones técnicas que España. Austria ha logrado en este segundo tiempo jugar al ritmo que al parecer le resulta más cómodo, y ello le ha permitido el triunfo. En más de una ocasión han sido los defensas los que se han ido hacia adelante y han pillado desprevenidas las alas españolas, cuyo marcaje únicamente se ha mantenido rígido durante el primer cuarto de hora.

Austria ha jugado mejor que España y, por tanto, su triunfo es indiscutible, salvo que se tomen en cuenta las tres ocasiones claras de gol que ha tenido España en el primer tiempo y que hubieran podido ser decisorias. Ayer, los tres equipos que marcaron en primer lugar perdieron sus encuentros. Hasta en esto para España se rompen las rachas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_