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El consumo de drogas blandas se extiende entre los jóvenes

«En la mayoría de las escuelas de barrios como Moratalaz, Vallecas o Villaverde, los muchachos entre doce y dieciséis años fuman porros habitualmente y consumen toda clase de drogas blandas. La Administración parece ignorar por completo el problema y sólo tiene bellas palabras para nuestra iniciativa de lucha cuando acudimos en demanda de ayuda», afirmaron los directivos y promotores de la Unión Española de Defensa contra la Droga, en una rueda de prensa celebrada ayer.«Una vez más, ha tenido que ser la iniciativa privada la que tenga que hacer frente a un problema que es de toda la comunidad social, como es, en este caso, el creciente uso y abuso de la droga entre los jóvenes.»

Reconocida por el Ministerio del Interior, tan sólo hace un par de meses, esta Unión, promovida por un grupo de padres que sintieron en sus propias casas los problemas derivados de la toxicomanía, se encuentra ya prácticamente desbordada por la demanda de orientación, información y ayuda que de todos los lugares del país llueve sobre sus oficinas, en el paseo de la Castellana, 8, sobre todo a partir del momento en que esta organización fue dada a conocer públicamente en un prograrna reciente de televisión.

«Recibimos más de 2.000 cartas semanales y diariamente damos charlas de orientación sobre los problemas de la droga en los colegios, aparte de ocuparnos en estos locales, absolutamente inadecuados e insuficientes, a tareas de recuperación médica de drogadictos, que son atendidos por un grupo de jóvenes médicos, los cuales no sólo no cobran, sino que hasta en ocasiones tienen que aportar su propio dinero.» Los directivos de la Unión, que no tienen el menor interés en dar publicidad a sus nombres, denunciaron el grave desinterés ante el tema por parte de la Administración.

«Por esta razón -añadieron- hemos puesto en manos del propio presidente del Gobierno un dossier en el que solicitamos una toma de conciencia urgente por parte de los organismos oficiales. Son necesarias campañas de sensibilización pública, trabajos de investigación estadística, que no existen, y clínicas especializadas; pues no son los centros psiquiátricos ni los establecimientos penitenciarios los lugares adecuados para los tratamientos de recuperación de drogadictos. »

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