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ARGENTINA 78

España, segunda y séptima en las encuestas

Con la llegada de la selección española a Buenos Aires y las sesiones del congreso de la FIFA en las que se hablará del Mundial del 82 las vísperas del campeonato han comenzado a tener de alguna manera cierto matiz hispano. Al menos los periódicos bonaerenses, que hasta el momento presente no han tenido ocasión de dedicarle a la selección española grandes espacios, ya anuncian todos los actos con especial énfasis.Según una encuesta de una emisora de radio, si el Mundial argentino tuviera que resolverse por votos tendría como campeona a la selección local, subcampeona a España, en tercera posición a Italia y en cuarta a Polonia. Esta clasificación respondería al número de personas pertenecientes a las diferentes colonias extranjeras de este país. Sin embargo, un concurso cuyos resultados se anuncian en la prensa ha colocado en los pronósticos finales a España en el séptimo lugar.

Por momentos crece en importancia el papel de Argentina. Entre sus propios jugadores se ha creado ya la psicosis de triunfo que ha venido buscándose desde hace cuatro años. Por momentos baja, el papel de Holanda, porque los propios seleccionados no saben a qué atenerse con Happel. Según ha manifestado Rep, hasta ahora él y sus compañeros no tienen ni idea de cómo van a jugar. Desconocen si su función va a ser atacante o defensiva. No por lo que fuera capaz de realizar, sino más bien por su poder de galvanización de los demás, por sus condiciones de líder.

La selección, que en principio parece más segura de sí misma es la escocesa. La actitud de los británicos ha calado entre el público y ya se habla de Escocia como la selección sorpresa para el tranco final del torneo. Incluso, una de las estrellas del Mundial, el húngaro Torocsik, piensa que entre las cuatro selecciones semifinalistas estará Escocia junto a Alemania, Brasil y Argentina. Los húngaros, que han llegado a Buenos Aires devaluados por la derrota sufrida en Londres ante Inglaterra, comienzan a ser considerados como víctimas propiciatorias. Torocsik, sin embargo, al hablar del partido contra los ingleses ha dicho que fue un encuentro anómalo: «Nuestros adversarios jugaron como si disputaran la final de la Copa y para nosotros no era más que un entrenamiento. Espero no jugar nunca más en Inglaterra.» Lajos Baroti, seleccionador húngaro, también se ha quejado en Buenos Aires de los palos de la selección inglesa: «En Hungría no vivimos una época de oro, pero estamos en igualdad de condiciones con nuestros adversarios de grupo.» Por lo que respecta al pronóstico final, ha sido rotundo: «La Copa se quedará en Suramérica porque Brasil y Argentina son los equipos favoritos a pesar de que Holanda y Alemania siguen siendo las selecciones más fuertes de Europa.»

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