Pirri y San José se reincorporaron a los entrenamientos

El penúltimo día de la selección española en la capital uruguaya transcurrió algo más tranquilo que los anteriores. Al parecer, las aguas del aburrimiento general han vuelto al cauce normal de toda concentración y los jugadores tuvieron un largo entrenamiento de unas dos horas, con especial atención a la parte técnica. El presidente de la Federación, Pablo Porta, una vez solucionados los problemas que pudieron plantearse con gravedad por el deseo de los jugadores de adelantar el viaje a Argentina y las disensiones entre sus directivos, regresó el domingo por la mañana a Buenos Aires.La selección, que tenía previsto en un principio celebrar dos entrenamientos anteayer domingo, finalmente sólo efectuó uno, con la única novedad destacable, aunque esperada por la poca gravedad de sus lesiones, de que se incorporaron al trabajo común Pirri y San José. Miguel Angel, otro de los madridistas y que parece seguro titular para el partido del día 3 contra Austria, no forzó su preparación al resentirse levemente de su antigua fisura en el tobillo derecho.

El entrenamiento, que duró unas dos horas, hizo especial hincapié en la cuestión técnica, volviendo a repetirse jugadas estudiadas, tales como centros -el juego por los extremos felizmente sigue preocupando a Kubala, que se olvidó de Argote, para él inexperto- y otras parecidas. La parte física, en cambio, se ejercitó con más suavidad, aunque sólo hubo una sesión en lugar de las dos previstas inicialmente.

Por la tarde los jugadores fueron a la casi habitual sesión de cine, donde quizá se olvidaron las nuevas quejas por la mala calidad del terreno de entrenamiento, el del Club Liverpool, tal vez el peor de todos los utilizados. La teoría puede ser de lamento porque todos los tobillos -el de Miguel Angel aparte- están resentidos, pero la práctica es que no les viene mal a los jugadores españoles ir preparados en eso. A fin de cuentas en España una buena parte tampoco son una maravilla, y si se acostumbran a los malos pueden hacer maravillas en los buenos -eso parece- de Vélez Sarsfield y Mar del Plata. Esperemos.

Pablo Porta, presidente de la Federación Española, aprovechó su estancia en Montevideo, tras hacer un alto en sus obligaciones internacionales, para cerrar con Kubala el contrato que le liga como seleccionador nacional por dos años más.

El acto de la firma, que le supondrá a Kubala diez millones de pesetas por año, se efectuó en una de las salas del hotel en que se aloja la expedición española en la capital uruguaya.