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Nueva jurisprudencia sobre el aborto en el Reino Unido

William Paton, un obrero metalúrgico británico, cuya pretensión de impedir legalmente el aborto de su esposa ha sido desestimada por los tribunales, ha anunciado que apelará contra la sentencia e iniciará una campaña para intentar cambiar la ley vigente en Gran Bretaña. Su esposa, Joan, de veintinueve años, abandonó ayer el hospital en que abortó horas después de conocido el esperado fallo.Según el juez de Liverpool que vio el caso, la ley sobre el aborto de 1967 «no concede a los maridos ningún derecho sobre los hijos no nacidos, y en Inglaterra el feto no es sujeto de derechos». El juez Baker añadió que, suplementariamente, y según los términos de la ley, dos médicos habían firmado el correspondiente certificado previniendo de los peligros que corría la salud física y mental de la señora Paton si seguía adelante su embarazo: «El juez que interfiriera con el parecer de dos médicos actuando bajo las previsiones de la ley no sólo sería valiente y temerario, sino también un necio.»

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Un caso entre un millón

La sentencia ha sido calificada de enorme paso adelante por las organizaciones de planificación familiar y feministas en general. Un portavoz de la Campaña Nacional del Aborto, cuyos simpatizantes se manifestaron en Londres y Liverpool a favor de la señora Paton, señaló que el fallo judicial, que en general no ha sorprendido, «reconoce a las mujeres embarazadas al menos algunos derechos sobre su propio cuerpo. Un certificado de matrimonio no otorga al hombre control sobre la capacidad reproductiva de su esposa».

De otro lado, grupos contrarios al aborto ya han anunciado que apoyarán al señor Paton en su intento de cambiar la ley. Según el portavoz de la Sociedad para la Protección de Niños no Nacidos «un alumbramiento implica a tres personas: el hombre, la mujer y el niño».

El juez Baker, que accedió a ver el caso públicamente, en vista del interés despertado, dijo no conocer ningún caso en ningún país que se rija por el derecho en que el consentimiento del marido fuera necesario para que una mujer abortara: « La solicitud del señor Paton es completamente errónea y debe ser desestimada.»

Joan Paton estaba embarazada de dos meses y separada de su esposo, contra el que ha iniciado trámites de divorcio, desde hace algunas semanas en que, tras una disputa por motivos económicos, anunció su decisión de abortar.

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