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Giscard y Bumedian intentan solucionar las diferencias franco-argelinas

El presidente francés, Valery Giscard d'Estaing, y su colega argelino, Huari Bumedian, celebrarán a finales de mes una entrevista en la sede neoyorquina de las Naciones Unidas, en un esfuerzo al más alto nivel para resolver las amplias diferencias surgidas en las relaciones bilaterales franco-argelinas.

Fuentes francesas revelaron ayer que, aparte de la política africana de París, que ha provocado serias críticas por parte de Argel, se encuentra también, como tema central de la reunión, la cuestión de los inmigrantes argelinos en Francia (unos 800.000) y de los franceses -más de 50.000- que todavía poseen propiedades en Argelia.El hecho de que esta cuestión haya saltado al primer plano en las relaciones franco-argelinas se debe aparentemente a las amenazas realizadas por un grupo autollamado «Delta» que, tras proclamarse sucesor de la desaparecida OAS, piensa «limpiar Francia de inmigrantes argelinos por cualquier vía».

La víctima más reciente de Delta, según versiones periodísticas, ha sido Henri Curiel, fundador del Partido Comunista egipcio, que fue asesinado el pasado jueves a las puertas de su casa en París. La Delta, que reivindicó el atentado, le acusó de ser un agente del KGB soviético.

Este ataque, según informaciones policiales, es el sexto que realiza este grupo, hasta ahora casi desconocido, desde el, pasado diciembre. Algunos expertos recuerdan, sin embargo, el nombre Delta de cuando, en J961, la OAS pasó a la «acción directa» contra el general De Gaulle por su decisión de abandonar Argelia. El nombre Delta fue utilizado por los comandos que intentaron sin éxito asesinar a De Gaulle.

La reaparición de Delta, casi diez años después de sus últimos ataques contra De Gaulle, se cree en París que guarda relación con la campaña de apoyo montada por Argel a las guerrillas saharauis del Frente Polisario. El pasado año, Delta amenazó con matar un argelino cada día hasta que un grupo de franceses, secuestrados por el Polisario, fueran puestos en libertad.

Ya que el desaparecido Curiel formó parte de los grupos argelinos que buscaban la independencia para su país, el fundador del PC egipcio siempre ha sido un blanco amenazado por los franceses de origen argelino englobados en la OAS. Su vida en París, sin embargo, fue pacífica desde que salió de la cárcel francesa con status de refugiado político. Algunas versiones, sin embargo, le relacionan con ciertos grupos terroristas europeos y, más concretamente, con el secuestro de Hanns Martin Schleyer en Alemania Federal.

El nombre de Curiel es particularmente importante, no obstante, en el complicado mundo de las relaciones bilaterales franco-argelinas. Desde que participó en 1962 en las negociaciones que culminaron con la independencia de Argelia, Curiel ha sido utilizado, a veces, como intermediario por París y Argel.

Su muerte, opinan algunos observadores, quizá tenga que ver con el estado actual de las relaciones entre Francia y su antigua colonia. Hasta la reciente actuación de cazas Jaguar franceses contra el Polisario, se habían realizado grandes esfuerzos por las dos capitales para mejorar la atmósfera enturbiada que existía entre ambos países. Fuentes francesas y argelinas, incluso, llegaron a hablar de la eventual firma de un nuevo pacto que sustituyera al de Evian de 1962, que no ha sido respetado por ningún lado.

En París se cree que pese a las recientes acusaciones mutuas, el encuentro de Nueva York entre los dos presidentes, durante la reunión de la conferencia de Desarme de la ONU, sirva para este propósito.

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