Soares pedirá poderes para combatir al neofascismo
El primer ministro portugués, Mario Soares, se dirigirá hoy a la Asamblea de la República para proponer un proyecto de ley que permita al Gobierno enfrentarse con la creciente escalada de violencia neofascista que afecta al Portugal continental y a las islas Azores y Madeira, según revelaron ayer fuentes socialistas de la capital.
La intervención de Mario Soares en la Asamblea, según las mismas fuentes, se centraría en la necesidad de dotar al ejecutivo de una legislación adecuada para combatir, no tan sólo los actos terroristas que sistemática mente han asolado al país desde la instauración de la democracia, sino también para actuar sobre una eventual prohibición de las organizaciones que perfilan una ideología fascista, prohibidas por la propia Constitución, pero que, de hecho, actúan con total impunidad en el país.Los ejemplos más claros sobre este tipo de organizaciones lo constituyen el Movimiento Independiente de Reconstrucción Nacional (MIRN) y los movimientos separatistas FLA (Frente de Liberación de las Azores) y FLAMA (Frente de Liberación de la Madeira), así como el recientemente legalizado Partido Democratacristiano (PSD), no reconocido por la Unión Mundial de las Democracias Cristianas, debido a su carácter ultraderechista.
El MIRN, que anunció hace pocos días su intención de pasar de movimiento a partido, es presidido por el general salazarista Kaulza de Arriaga, a quien se acusa de ser criminal de guerra en Africa, por su gestión como gobernador militar de Mozambique durante la guerra colonial. En los últimos tiempos, Kaulza, que fue encarcelado por los capitanes después de¡ 25 de abril del 74 y liberado cuando Ramalho Eanes se hizo cargo del Poder, el 25 de noviembre de 1975, ha dirigido fuertes ataques públicos al Gobierno, señalando, entre otras cosas, que «socialistas y comunistas deben ser barridos de Portugal».
Las organizaciones FLA y FLAMA, según afirman estas mismas fuentes y el vespertino socialista A Luta, deberían ser «taxativamente prohibidas e ilegalizadas», a raíz de los últimos incidentes del archipiélago azoriano, en donde fue agredido el adjunto de Mario Soares, el ministro Almeida Santos, en incidentes que terminaron por decretar el envío de fuerzas especiales a las islas para reestablecer el orden, debido a la total indiferencia de la policía local frente a los desmanes ultraderechistas.
Azevedo, en la derecha
Al crecimiento del separatismo ha colaborado, aunque veladamente, el Partido Social Demócrata (PSD), que controla el gobierno insular, actualmente el más cerrado opositor a la gestión gubernamental de Mario Soares.Por su lado, el ex dirigente de la «revolución de abril» y ex primer ministro Pinheiro de Azevedo, se ha puesto al frente de un minúsculo partido de extrema derecha, el PDC, en su afán de no verse marginado de la primera plana de la noticia. Desde su tribuna como presidente del PDC, Pinheiro ha llegado a hacer apologías al régimen fascista derrocado por los militares en 1974.
Ante la creciente y agresiva campaña ultraderechista, algunas figuras dirigentes del PS comenzaron a recomendar «medidas drásticas» en el futuro inmediato, amparados en la propia Constitución, que prohíbe la actividad fascista.
En su discurso en la Asamblea se piensa que el primer ministro enfocará también el problema de los delitos de prensa de publicaciones que defienden abiertamente la ideología derrotada el 25 de abril y que, en forma preocupante, proliferan en los quioscos de las calles de Lisboa, proponiendo una urgente vuelta al «pasado glorioso» del Portugal colonial salazarista.
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