Decidido el cierre de Firestone en Suiza

La dirección del grupo empresarial americano Akron (Ohio) anunció ayer, a pesar de los esfuerzos y gestiones que realizó el Gobierno helvético que la filial de Firestone en Suiza, ubicada en la ciudad de Prattein, dejará de producir neumáticos en este país, cerrando sus puertas definitivamente en el curso del año 1978.La decisión de la transnacional americana, comunicada a los trabajadores el 23 de marzo, sin «diálogo ni derecho a réplica» según un comunicado del sindicato, dejará desempleados a 620 trabajadores, de un día para otro.

El director de la filial helvética de la Firestone hizo ver por su parte que la fábrica de Pratteln, había dejado de ser rentable. Por razones del mercado interno, pero más que eso por la revaluación del franco suizo incidió sobre los costos, lo que impide -afirmó- seguir produciendo para Suiza e imposibilita competir en el exterior.

La Firestone de Pratteln desde hace dos años comenzó a «acusar» problemas económicos que los obreros soportaron renunciando a aumentos de salarlos y otras concesiones de tipo económico y social, e incluso semidesempleos, para mantener la fuente de trabajo.

El Gobierno suizo que envió hace pocas semanas una delegación especial a Estados Unidos con la misión de evitar este hecho, fracasó en sus gestiones, aunque de acuerdo a versiones oficiales las «conversaciones continúan». Por otra parte, los trabajadores de la filial de Firestone elevaron una protesta ante la OCDE, acusando a la multinacional norteamericana de violar el código de conducta de los países pertenecientes a dicha organización.

El futuro cierre de esta industria, que ha movilizado a los sindicatos y al Gobierno suizo, constituye un hechó sin precedentes en la hiítoria laboral de este país, especialmente por la forma unilateral con que ha operado la transnacional para estos fines, prácticamente con «oídos sordos».

Un alto funcionario del cantón de Bale-Campagne, donde se encuentra ubicada la industria asumiendo una actitud de resignación ante el hecho irreversible, declaró ayer que «los errores de gestión que se han sucedido en la filial de la Firestone en estos últimos años fueron definitivos, sin quejamás se hayan reconocido a tiempo los problemas de explotación que reerían adaptaciones económicas e infraestructurales».