Celebrado el tercer juicio contra ocupantes de viviendas
A las diez de la mañana de ayer se celebró en el Juzgado de Instrucción número cinco de Madrid el juicio contra una familia acusada de haber ocupado una vivienda vacía por el sistema de patada a la puerta. Es el tercer caso que se produce en Madrid. En esta ocasión se juzgó al matrimonio compuesto por Diego Fernández (veintinueve años, fundidor de profesión) y María Sierra, de veintisiete años, quienes el 21 de abril de 1977 se instalaron en un piso perteneciente a la Obra Sindical del Hogar, en el barrio de San Blas.La denuncia se basaba en que se había cometido un supuesto delito de coacción. Por ello, el fiscal pidió para el matrimonio tres meses de arresto mayor y una multa de 20.000 pesetas. El abogado defensor, Fernando Salas, solicitó la absolución para sus defendidos.
Según se expuso en el juicio durante las declaraciones de los testigos, la ocupación de la vivienda se produce en abril de 1976, sin que en la decisión tuvieran nada que ver las entidades ciudadanas de San Blas. La familia del señor Fernández -su esposa y un niño de cuatro años- vivían anteriormente en el domicilio de la abuela materna de María Sierra junto a otros hermanos de ésta. El reducido espacio de la vivienda hizo necesario que el matrimonio ayer juzgado abandonara la casa de la abuela. Después de buscar durante bastante liempo, sin resultado, un piso cuyo alquiler no fuera muy alto, se enteraron de que en el barrio de San blas existía un grupo de viviendas sin liabitar. Se instalaron entonces en la calle Albaida, 18, en el bajo izquierda. Según todos los testigos, el piso presentaba un aspecto de total abandono y deterioro -el arreglo supondría más de 300.000 pesetas, dijo la señora Sierra- debido a que las paredes estaban semiderruidas, las tuberías atascadas, y el suelo con restos de haber realizado fuego sobre él.
Pocos días después, el administrador de la finca, Miguel Galán Galán, denunció el caso en la coinísaría del distrito, primero, y en el juzgado de guardia, después. Según se informó en el juicio, el inicial adjudicatario de esta vivienda había renunciado días antes a la ocupación de la misma.
La defensa informó de que la Delegación Provincial de la Vivienda ha anunciado a los ocupantes que en breve les sería adjudica do el piso en el que entraron por el sistema de patada a la puerta. Anteriormente, María Sierra había informado de las numerosas instancias de solicitud de vivienda que había tramitado.
El juicio se desarrolló con toda normalidad, sin que se registraran los tumultos habidos en los dos anteriores. Según explicó Fernando Salas, la ausencia de personas representantes de fuerzas políticas, sindicales y ciudadanas que en otros casos estuvieron presentes se debía a que la familia no quería que se le diera publicidad al caso.
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