El PC y los gaullistas recelan de la "colaboración" entre Giscard y el PS

Los comunistas franceses, una de las dos grandes fuerzas de la oposición, y los gaullistas, la más numerosa de la mayoría gubernamental, se quejan al mismo tiempo, de la importancia espectacular de la «colaboración» entre el presidente; Valery Giscard d'Estaing, y los socialistas. Oficialmente, ayer, fue designada la delegación francesa que dirigirá, el señor Giscard para intervenir, el próximo día 25, en la asamblea extraordinaria d e la ONU, sobre el desarme. Unicamente figura un representante de la oposición socialista, el diputado Jean Pierre Cot. Algunos observadores también consideran que el presidente desearía acelerar su acercamiento a los socialistas.En definitiva, vienen a decir los comunistas, «ya se ven los límites de la «cohabitación razonable que persigue el presidente». La frontera, estiman otros observadores, es la socialdemocracia a la francesa, por la que batalla incansablemente el presidente desde que en 1974 llego al palacio del Elíseo.

«El gran acontecimiento de la semana -estimaron los gaullistas- es que los socialistas hayan aceptado enviar un representante a las Naciones Unidas. De repente, el señor Cot se ha convertido en una vedette, y todo el mundo parece haber olvidado que, desde hace veinte años, la oposición ha estado representada varias veces en esta delegación francesa que viaja a la ONU. En realidad, podría decirse no que hay un socialista en la delegación francesa, sino que la delegación ha sido formada para que haya un socialista.» El portavoz, gaullista concluía su reflexión malhumorada advirtiendo que «esta política (del presidente) de apariencias, de cuando en cuando, ocurre que se venga».

El «incidente» creado en este país por la inclusión de un socialista en la delegación que irá a la ONU, no se hubiera producido de no haber incidido, la presencia de un diputado no comunista en la estrategia de política interna del presidente de la República, fundada en la creación de un centro-izquierda con una parte de los socialistas que, a su vez, implicaría la erosión de comunistas y gauilistas.

Esta eventual «maniobra» presidencial será cierta o no, pero los comunistas y los gaullistas lo sospechan. En todo caso, el señor Giscard, antes de entrevistarse con representantes de las cuatro grandes fuerzas parlamentarias (giscardianos, gaullistas, socialistas y comunistas), la semana próxima, para informarles sobre el contenido de su intervención en la ONU a propósito del desarme, ha limitado la presencia de la oposición a un socialista. Los comentaristas, en París, hacían observar ayer que la política de desarme del PS es tan divergente como la de los comunistas respecto de la del presidente de la República.