"Urge dar fin a la larga tarea de los constituyentes"
Miguel Herrero Rodríguez de Miñón, en nombre de UCD, destacó en su intervención la necesidad de culminar el período de transitoriedad de la autocracia a la democracia; resaltó el deseo de construir una democracia válida para todos, «que no sea de izquierdas ni de derechas»; y expresó la firme opción de su grupo por la Monarquía, «motor del cambio hacía la democracia, que es también el más valioso de sus estratos protectores».Herrero Rodríguez de Miñón, tras anunciar la postura favorable de su grupo respecto al informe de la ponencia, se refirió al largo trayecto de la autocracia a la democracia, y dijo que, sin enjuiciar el pasado -que el pueblo español ha asumido y, por tanto, está ya en vías de superarlo-, el proceso de agotamiento de normas e instituciones, antes de que lleguen a florecer otras nuevas, ha dado lugar a una situación de vacio constitucional, «que si no ha repultado de todo punto intolerable, ha sido merced a una institución que, por identificarse con la historia de nuestros pueblos y trascenderlo meramente episódico, ha podido servir de eficaz instrumento a la decidida voluntad democrática de estos pueblos y de garantía a lo que es esencial para la vida del Estado, esto es, para la vida ciudadana, la continuidad y la permanencia».
Razones de la transitoriedad
Se preguntó después por las razones de la larga situación de transitoriedad, y dijo que ello se debía a que todos los grupos políticos corresponsables del proceso de reforma «han decidido huir de la tentación de cualquier solución que no procediese de la decisión soberana de unas Cortes constituyentes». Habló después de anteriores experiencias constitucionales en España, que media España utilizó como arma arrojadiza contra la otra media, y destacó el origen radicalmente distinto del texto cuyo debate comienza ahora.
«Sin embargo, nuestra vida política cotidiana se resiente ya de la carencia de puntos estables de referencia, y por ello urge dar fin a la larga tarea de los constituyentes. Repitiendo un diagnóstico célebre puede decirse que el mal de este Reino es que carece de Constitución, y tal diagnóstico exige una receta inaplazable, la Constitución misma.»
Se refirió después a las líneas maestras del texto en discusión, y pasó a analizar seguidamente algunos puntos del mismo, anunciando las principales cuestiones que UCD quisiera modificar. En este sentido se refirió a la excesiva longitud-del texto constitucional por incluir materias que podrían dejarse fuera; pero, aunque el grupo parlamentario de UCD es partidario de abreviar el texto, aprueba, en general, el trabajo de la ponencia por lo que de fundamental tiene.
Destacó que el proyecto de Constitución elimina toda posibilidad de, separatismo legal, puesto que España aparece como nación y se atribuye al conjunto de los españoles, dueños de una Patria indivisible, la soberanía nacional Pero el proyecto reconoce también y sin mengua de este principio de autodeterminación de España, un
Urge dar fin a la larga tarea de los constituyentes
principio de autoidentificación de aquellos hechos diferenciales a los que: la historia y la cultura han dado una conciencia peculiar; «esto es lo que, a nuestro entender, significa la expresión nacionalidad en el artículo 2 del proyecto».A su vez, resaltó la necesidad de que la formulación «Estado democrático» signifique «el Estado del pueblo, y no el pueblo sin el Estado»; se trata del «pueblo organizado, y, no el pueblo suelto; es el pueblo en el ágora, no es el pueblo en la calle. Porque creemos en el pueblo organizado, hemos apoyado y apoyaremos la constitucionalización, no sólo de los partidos políticos, sino, como coadyuvantes secundarios, de las organizaciones sindicales, empresariales y profesionales». Abundando en la misma idea, el señor Herrero de Miñón afirmó que «UCD considera que la institución capital de un Estado democrático son las Cortes generales».
Defensa de la Monarquía
En cuanto a la Monarquía, el orador afirmó que no iba a entablar una discusión teórica sobre las ventajas del sistema monárquico frente al republicano; «en nuestra actual peripecia -dijo- parece claro que la Monarquía, motor del cambio hacia la democracia, es también el más valioso de sus estratos protectores». A continuación señaló las tres funciones asignadas a la Monarquía por el anteproyecto constitucional: símbolo de la unidad del Estado y de la unión de los pueblos que lo integran; función moderadora, merced a la cual el Monarca ejerce una niagistratura formal sobre quienes formalmente son sus consejeros; y función arbitral, mediante la que el Rey arbitra el funcionamiento normal de los poderes públicos, y tal es el sentido de facilitar la designación de un jefe de Gobierno parlamentario, superponiendo a, los partidos una instancia extra parlamentaria que dirige las consultas y permite la creación de una mayoría.
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