"La unidad se consigue con una integración satisfactoria de los pueblos"
La necesidad de potenciar la nacionalidad vasca, de mantener y recobrar los fueros y los concierto , como expresión de pacto histórico con la Corona, y el énfasis en que la unidad del Estado no se consigue con declaraciones enfáticas, sino respetando las libertades de las comunidades, fueron los puntos principales de la intervención de Xabier Arzallus (PNV). Señaló al comienzo que el grupo parlamentario vasco no había participado en la ponencia y, en el segundo borrador, ni siquiera a través de enmiendas.Lamentó la minimización que, a su entender, se hace de los territorios autónomos y juzgó «significativa la vacilación en materia autonómica en el breve período existente entre un texto y otros».
Tras juzgar como grave la supresión de la disposición transitoria tercera, con lo que se elimina la iniciativa autonómica de los entes preautonómicos, el señor Arzallus señaló que «pertenecemos a esa parte del pueblo vasco que cree en la razón y el diálogo y no en la fuerza. Y somos conscientes -añadió- de que también nosotros hemos hecho una aportación importante a la democratización del Estado, con el olvido de agravios y con nuestra contribución decidida al serenamiento de los ánimos. Nos congratulamos, asimismo, de encontrarnos aquí, colaborando en construir con hombres con los que compartimos tantos años de lucha clandestina y de zozobra».
Respecto al término nacionalidades dijo que «somos un partido nacionalista. Este término supone, de alguna manera, la legitimación de nuestra denominación y del fin que perseguimos: la defensa del ser y de los derechos de una nacionalidad concreta que forma parte, aunque no de forma satisfactoria, del Reino, o del Estado».
Explicó que fue la necesidad histórica de conservar la identidad vasca «la que nos llevó a llamarnos nación, la que creó el término político de Euskadi, la. que hizo surgir el nacionalismo vasco».
El artículo segundo, innecesario
«Si el sistema político foral -dijo más adelante- no impidió la integración en la Corona, tampoco el principio de las nacionalidades se opone a la convivencia plurinacional en una unidad superior.»
Dijo que no sólo los Estados unitarios -como Francia-, sino los federados o confederados -Alemania, Suiza, Unión Soviética- proclaman su unidad, pero juzgó innecesario el artículo segundo del proyecto constitucional.
«"La unidad -dijo para explicarlo- no es el resultado de afirmaciones enfáticas, sino de una integración satisfactoria de las diferentes comunidades o pueblos que componen muy frecuentemente todo ámbito estatal.»
Dijo que la unidad se hace y se conserva cada día, «como el matrimonio o la amistad, en el reconocimiento, el respeto y la satisfacción mutua». «Tampoco es exacto afirmar -añadió- que la Constitución se fundamenta en la unidad de España. Es, más bien, la Constitución la que, al fijar unas bases concretas satisfactorias y mutuamente aceptadas, conforma y asegura la unidad del Estado.»
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.