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Colonia Cruz del Rayo

Ayuntamiento y Obras Públicas, acusados de permitir una jugada especulativa

El recurso presentado por los vecinos de la colonia Cruz del Rayo, sobre la venta de una parcela contiene acusaciones implícitas contra el Ayuntamiento de Madrid y el Ministerio de Obras Públicas. Al primero, por no oponerse a una subasta que significa la venta a una constructora de una parcela incluida en el Precatálogo de edificios y conjuntos a conservar. Al segundo, por haber expropiado en años anteriores terrenos de la colonia con el pretexto de que eran necesarios para las obras de acceso a la estación de Chamartín, obras que se sabía que no se iban a realizar, como así ha sido efectivamente.

El recurso, presentado por noventa propietarios de hotelitos de la colonia, insiste en todas las irregularidades que acompañan a la operación. En primer lugar, la subasta de la parcela sesenta debía haberse anunciado con un mes de antelación en el BOE, lo que no se ha hecho. El anuncio en dos periódicos de la capital se publicó el 12 de abril, con sólo quince días de antelación. Asimismo, el anuncio de subasta no incluía información sobre la situación de los terrenos, comprendidos en el Precatálogo, lo que implica la suspensión de todo tipo de licencias por un año y la prohibición absoluta de que puedan ser derribados.En 1946 se autorizó al entonces Ministerio de Obras Públicas a expropiar todos los terrenos comprendidos en una franja de cincuenta metros a los márgenes de la prolongación de General Mola, y en 1967 se amplía la franja hasta los 110 metros por margen. La expropiación se justificaba por la necesidad de terrenos libres para permitir el acceso a la estación ferroviaria de Chamartín. En ese momento, 1967, una parte de la colonia pertenecía al Instituto Nacional de la Vivienda. El proceso repercutió sobre la zona norte de las calles General Zabala, Gómez Cano, Caleras y Estévez, sin autorización previa del Consejo de Ministros y sin que mediara declaración de obra de interés social, condición sine qua non para que el INV pueda ceder o enajenar terrenos al Ministerio. Por el contrario, en el plan de ordenación de la prolongación de General Mola se autorizaba la construcción de bloques de ocho y doce plantas.

En el plan parcial para la construcción de la estación de Chamartín, aprobado definitivamente en 1973, se definen como ejes de acceso los de la avenida del Generalísimo, avenida de La Paz, Cuarto Cinturón, carretera de Burgos, Pío XII, prolongación de Mauricio Legendre y de Mateo Inurria, sin mencionar para nada la prolongación de General Mola. Sin embargo, el Ministerio continúa con la expropiación y así, el 29 de diciembre de 1977, expropia la finca de Suero de Quiñones, 39.

Y así llegamos a la subasta del 27 de abril pasado, que no se detuvo, a pesar de que el recurso se había presentado ante la Dirección General de Transporte el día anterior. Dentro de la lógica, se piensa que Pronor, SA, empresa que se adjudicó la parcela en doce millones y medio de pesetas, tiene intención de levantar un bloque, para lo que sería necesario derruir el hotelito de la calle Estévez, 1, y el colindante, esquina a Gómez Cano, ambos incluidos en el Precatálogo.

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