Los líderes socialistas europeos respaldaron la unidad del socialismo español

Los líderes máximos del socialismo europeo -François Mitterrand, secretario general del Partido Socialista Francés; Mario Soares, primer ministro de Portugal y secretario general del Partido Socialista de este país; Bettino craxi, secretario general del partido socialista italiano, y Bernt Carlsson, secretario general de la internacional socialista- firmaron como testigos el acta notarial de unificación del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y del Partido Socialista Popular (PSP), ante varios miles de militantes de ambos partidos, que abarrotaban el auditorio del Palacio de Exposiciones y Congresos de Madrid.

El acto de ratificación de la unidad socialista, celebrado a primeras horas del pasado domingo, transcurrió en un clima de gran emotividad, con constantes llamamientos al reforzamiento de la unidad de dos partidos que, después de diez años de rivalidad, habían puesto fin en ese momento a sus divergencias.Ante el notario Francisco Luna firmaron el acta histórica, además de los líderes socialistas europeos como testigos, Felipe González y Enrique Tierno Galván, como representantes legales, y a continuación Alfonso Guerra, Jorge Enjuto y Ramón Rubial. Presidieron el acto Ramón Rubial, presidente del PSOE, sentado entre Felipe González y Enrique Tierno Galván; François Mitterrand, Mario Soares, Bernt Carlsson, Bettino Craxi y diversos miembros de las ejecutivas del PSOE y del PSP. Abrió el acto público Ramón Rubial y lo culminaron, tras dos horas de intervenciones de diversos dirigentes, los discursos de Enrique Tierno Galván y de Felipe González, seguidos del canto de La Internacional.

Además de los máximos dirigentes de los partidos socialistas de Francia, Italia y Portugal, estuvieron presentes en el acto delegaciones de los partidos socialistas portugués, francés, italiano, laborista holandés, alemán, Partido Revolucionario dominicano, Socialista chileno, Liga de los Comunistas Yugoslavos, Polisario y una delegación de Irak, encabezada por el ministro de Información de este país.

La presentación del delegado socialista de Chile fue saludada con gritos contra Pinochet y de Chile vencerá. Las mismas muestras de apoyo se produjeron cuando fue presentado el delegado del Polisario. Enviaron telegramas de apoyo los partidos socialistas sueco, austriaco, belga, griego, grupo socialista del Parlamento Europeo, Partido Comunista rumano, Partido de Liberación Nacional de Costa Rica, y otros partidos de izquierda de Perú, Bolivia, Irak, Guinea Ecuatorial, República Dominicana, Irlanda, Malta, Japón y El Salvador.

Willy Brandt, presidente de la Internacional Socialista, envió un telegrama, que fue leído en público, en el que felicita a los socialistas españoles por la unificación. «España necesita -dice el dirigente socialdemócrata alemán-, con Felipe González y Tierno Galván, la fuerza unificadora del socialismo democrático. Europa necesita una España democrática a la que, amigos y compañeros, estáis llamados a contribuir de una manera tan decisiva.»

Tierno: "La unidad socialista, garantía de orden"

Ramón Rubial, primer orador del acto, resaltó la «trascendencia histórica del día de hoy, en el que se fortalece la democracia en España», y apuntó que la unificación del PSOE y del PSP es una prueba de la coherencia y de la fuerza del socialismo español, que ya se prefigura como «una alternativativa de poder para nuestro pueblo». Jaime Montalvo, en representación del comité federal del PSOE, destacó a continuación, entre los aplausos de los asistentes, que el partido que nacía fruto de la unidad es el partido de «Pablo Iglesias y de Julián Besteiro, de Largo Caballero y de Indalecio Prieto, de Rubial y de Nicolás Redondo, de Tierno Galván y de Felipe González, de Pablo Castellano y de Agapito Ramos».

Después de las intervenciones de los líderes socialistas europeos tomaron la palabra Enrique Tierno Galván y Felipe González, quienes se refirieron al momento político español desde perspectivas complementarias, aunque dialécticamente opuestas. Mientras el profesor Tierno insistió en el carácter tranquilizador para el orden y la paz de España de la unificación socialista, Felipe González destacó la responsabilidad del socialismo español frente a una derecha que «tiene que educarse en democracia, porque todavía no sabe lo que es eso».

«Cuando la Historia llega a momentos culminantes -comenzó el profesor Tierno- la conciencia madura supera los subjetivísmos.» La unidad se ha hecho -añadió con el fin de que la revolución socialista democrática se cumpla. Refiriéndose a ciertas palabras que desde algunos sectores se lanzan como agravio, como ocurre con la palabra revolución, el presidente de honor del PSOE señaló que esta palabra tiene para los socialistas el significado de un proceso de aceleración que no se sale de los límites de lo posible y de la racionalidad.

«Los ideales socialistas -dijo a continuación Tierno- son garantía de orden, de generosidad y de sacrificio, y hay que decir a la derecha, a esos miles de ciudadanos, de hombres y mujeres más alejados del mundo de la política que tengan comprensión de lo que queremos, que la justicia es avanzar hacia el bienestar y hacia la perfección del hombre.»

Más adelante señaló que la unidad socialista no sólo beneficia a los socialistas, sino a todos los españoles, ya que el socialismo es garantía de orden y de paz, si bien apoya un proceso revolucionario dentro de las instituciones democráticas.

El proiresor Tierno Galván resaltó, por otra parte, que la unidad socialista ha tenido en cuenta los intereses nacionales, e insistió en la necesidad de que el verdadero carácter del acto de unificación socialista sea explicado a la derecha española. «Disponemos de un motor utópico -concluyó-, pero utopía no significa locura, sino la conciencia clara de que podemos mejorar el futuro.»

Felipe González, que tomó la palabra a continuación, entre aplausos y gritos de unidad, atacó duramente a la derecha tomando pie en la referencia hecha a la misma por Tierno Galván. «La derecha de este país -dijo-, a la que el profesor Tierno dirige palabras tranquilizadoras que yo comparto, tiene una osadía sin límites. Una derecha que desde la muerte de Franco, aquel feliz 20 de noviembre, viene observando a una izquierda que quiere construir la democracia sin odios y sin rencores, que acepta el reto del pacto y que quiere organizarse sindicalmente y, sin embargo, se permite el lujo de decir cuando se abre un pequeño proceso electoral que los socialistas tienen que optar entre marxismo y libertad.»

Felipe: "Derecha insolidaria y tramontana"

«Esa derecha insolidaria y tramontana -continuó-, que ha pasado las fronteras para decir que España está en el caos y que se irrita hasta la exacerbación por la ley de Acción Sindical, tiene que educarse en democracia, y para ello tenemos que dar ejemplo, efectivamente, de comprensión y de tranquilidad, pero no como lo entiende Fraga, tranquilidad de tranca, sino de racionalidad.» Concluyendo en este punto, el líder socialista manifestó que «a esa derecha, que no cree en la democracia, hay que combatirla, no como enemigo, sino como adversario político, con la razón y con las masas».

Atacó Felipe González a UCD por sus negociaciones con Alianza Popular para las elecciones parciales a senador por Asturias. «No aprenden -dijo- que ni el espacio político ni la ideología pueden ser objeto de cambio, y con ello demuestran una falta absoluta de respeto al electorado.» «Mucho antes de lo que la derecha pueda pensar -continuó- el pueblo hará recaer sobre los hombros socialistas la responsabilidad de llevar las riendas del Estado.»

Finalmente, refiriéndose a la unidad socialista, el primer secretario del PSOE manifestó que la misma significa mayor responsabilidad nacional e internacional, porque «se afianza la fuerza socialista como la única esperanza de que las instituciones democráticas no se tambaleen y se refuerza la posibilidad de llegar a un Gobierno que saque al pueblo de la confusión actual».