Los seis mil nuevos vigilantes nocturnos no llevarán armas
La reducción a dos pesetas del precio de los billetes de las líneas de la Empresa Municipal de Transportes para las personas mayores de 65 años y la vuelta de los serenos, fueron los dos temas más importantes aprobados ayer en el pleno ordinario celebrado en el Ayuntamiento de Madrid.
El anunció público de que el primero de los puntos mencionados iba en el orden del día sirvió de convocatoria para un importante número de personas beneficiarias del nuevo precio en el transporte. La tribuna del público estaba totalmente abarrotada. Los pasillos del Ayuntamiento y la plaza de la Villa ofrecían el mismo aspecto.Sin embargo, el punto más conflictivo entre los concejales lo constituyó el que los vigilantes nocturnos, o serenos, no sean armados con pistolas. Como ya se sabe, cuando se planteó la vuelta de los serenos, la ordenanza señalaba que éstos contarían con una pistola. Una vez hecho público este proyecto, se levantaron numerosas críticas en contra. Finalmente, el Ayuntamiento consideró que era suficiente con dotar a estos vigilantes de un aparato comunicador con las fuerzas de orden público.
El concejal Roberto Reyes fue el único que se manifestó contra la supresión del arma. «Los vigilantes no quedan suficientemente protegidos -dijo- porque en caso de que aparezca cualquier delincuente, el sereno no podrá defenderse.» Julio Llantada tomó inmediatamente después la palabra para decir que discrepaba totalmente del señor Reyes por considerar que «los serenos quedan perfectamente protegidos. Si estuvieran armados, serían un fácil punto para los delincuentes que se dedican a atacar y robar las armas». Hubo una serie de intervenciones más en la línea del señor Llantada, hasta que finalmente el asunto quedó zanjado cuando el señor Gil Calvo, presidente de la comisión encargada del tema, repitió que la seguridad de los vigilantes quedaba garantizada porque sólo con pulsar un botón del aparato que llevarán consigo, la terminal de policía se enterará de lo que ocurra.
Cuando el pleno del Ayuntamiento aprobó la reducción a dos pesetas de los billetes de la EMT para las personas mayores de 65 años y pensionistas afectos de invalidez, cuyos ingresos sean inferiores al salario mínimo interprofesional, la tribuna pública rompió en aplausos. También aquí se produjeron numerosas intervenciones de concejales. Todas ellas fueron muestras de agradecimiento y reconocimiento de los méritos que todos ellos habían tenido en el tema. El alcalde, después de mostrar su gratitud a todas las personas que habían intervenido en el tema, añadió que «la medida trata de mejorar la vida de los ancianos que viven en Madrid. Lo aprobado afecta también a las amas de casa de esta edad, porque ellas son trabajadoras con los mismos derechos y la misma categoría que los demás». En ese momento, una de las personas que se encontraba en la tribuna pública pidió que la medida se extendiera a los mutilados de guerra. No hubo ninguna respuesta.
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