Conferencia secreta en Oxford sobre España y la OTAN

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Miembros de las delegaciones de Unión de Centro Democrático y del Partido Socialista Obrero Español confirmaron a EL PAIS su extrañeza por este cariz.

Una de las expresiones más superficiales de esta actitud de secreto es la elección de la sede: una finca del siglo XVIII, habitualmente abierta al público, y cerrada a cal y canto en esta ocasión, en la que los asistentes pasarán dos días en virtual régimen de clausura.

Algunos hechos aparentemente inconexos han contribuido a crear un clima de intriga sobre la reunión de Didchley Hall, hasta el punto de que la posible implicación de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA) en su organización ha salido a relucir en una rueda de prensa con el secretario general de Alianza Popular, señor Fraga Iribarne. El señor Fraga, que descartó esta posibilidad por demasiado manida, acabó arguyendo que, en cualquier caso, «no vamos a descubrir algo a la CIA que no sepa de España».

Algunos de los institutos organizadores, concretamente el del Conflicto (del que hasta el año pasado formaba parte el señor Brzezinski, asesor de máxima confianza del presidente Carter) ha sido citado en la prensa internacional como una pantalla de la famosa organización de información. Ello, unido a la conocida adscripción de varios de los organizadores o participantes (su presidente, señor James D. Theberge, es un ex embajador estadounidense en Nicaragua que goza fama de pro somozista) y a las dificultades infranqueables con que informadores españoles y británicos se han enfrentado para obtener cualquier dato de los patrocinadores, ha contribuido a aumentar las conjeturas sobre la reunión de Oxford.

Entre los asistentes más conocidos por sus posiciones conservadoras, o por las de las organizaciones que representan, figuran el profesor François Duchesne, que presidirá el panel sobre eurocomunismo, ex director del británico Instituto de Estudio Estratégicos; el señor Irving Brown, representante en Europa de la central sindical norteamericana AFL-CIO; el señor Winston Churchill, portavoz del Partido Conservador británico, en materia de defensa; el senador Jackson, de Estados Unidos, adscrito al subcomité de control de armamento, y algunos ex embajadores norteamericanos en España.

Eurocomunismo sin comunistas

La agenda que hoy se debate ha sido preparada íntegramente en Washington, y sus temas fundamentales son: el marco geopolítico de España en Europa; las políticas exterior y de defensa españolas; las fuerzas armadas y los partidos políticos; el estudio de las consecuencias de la adhesión de España a la OTAN, y las implicaciones del eurocomunismo en el sector privado. Sólo dos españoles en la presidencia de los paneles: el profesor Juan Linz («Aspectos de las Fuerzas Armadas españolas y de los partidos políticos») y el señor Sánchez-Gijón («Temas claves de la política exterior y de defensa española»).

Participantes de diversos partidos manifestaron a este periódico su perplejidad por el hecho de que el fenómeno eurocomunista sea debatido sin la presencia de ningún representante del PCE, que no ha sido invitado a la reunión. En la conferencia de prensa aludida, el señor Fraga afirmó desconocer los motivos que han impulsado a los organizadores a descartar al PCE de la lista de invitados, pero no se mostró extrañado por este hecho. El secretario de Alianza Popular, sin embargo, consideró excepcional la posición del PSOE entre los partidos socialistas europeos, favorables en general al fortalecimiento de la Alianza Atlántica.

Clara postura del PSOE

La delegación socialista dijo a este periódico que «el PSOE mantiene una clara y pública actitud de crítica hacia la OTAN y viene aquí más a escuchar que a tomar la palabra, aunque los socialistas no dejaremos de intervenir en los debates».

El ingreso a corto plazo de España en la OTAN es cosa hecha para Alianza Popular, que considera una utopía la posible neutralidad de nuestro país, según manifestó a los periodistas el señor Fraga. En opinión del líder aliancista, quien se declaró a favor de la bomba de neutrones, los militares españoles creen mayoritariamente que España debe integrarse en la Organización Atlántica. (Aunque no hay representación militar española en la conferencia, que se considera exencialmente política, sí se ha confirmado la presencia del almirante en la reserva señor Maztel.) El partido del señor Fraga no debatirá el tema OTAN a corto plazo y, según su líder, está dispuesto a aceptar la convocatoria de un referéndum sobre este asunto, aunque la idea no le entusiasme. Para el PSOE, sin embargo, al Gobierno de UCD le ha entrado una prisa excesiva por solventar un asunto que tiene, en su opinión, por lo menos un plazo natural de tres años, hasta la expiración del vigente tratado norteamericano.