El general Figueiredo será el próximo presidente de Brasil

Cumpliendo al pie de la letra los minuciosos esquemas gubernamentales, el general Joao Baptista Figueiredo, de sesenta años, fue proclamado candidato presidencial del partido oficialista Alianza Renovadora Nacional (Arena), lo que le convierte virtualmente en el próximo presidente de Brasil. La elección definitiva debe realizarla el Congreso el próximo 15 de octubre, pero en dicha Cámara la mayoría de parlamentarios de Arena no deja posibilidad a ninguna sorpresa.

El actual presidente, Ernesto Geisel, ya había mostrado desde hace tiempo sus preferencias hacia el general Figueiredo, a quien Geisel considera capaz de realizar determinadas concesiones en el camino de la apertura política, pero dentro de los cauces de prudencia que las fuerzas armadas desean. La maniatada oposición recuerda el oscuro curriculum de Figueiredo como responsable de los servicios de inteligencia de su país.

Su designación por Geisel supuso el triunfo de los militares partidarios de una paulatina y gradual democratización frente a otros grupos de las fuerzas armadas, también poderosos, que no deseaban en absoluto ningún cambio.

A pesar ese cogido para protagonizar la futura evolución política brasileña, las primeras declaraciones de Figueiredo han decepcionado a la totalidad de los sectores deseosos de cambio.

Hace pocos días, en una entrevista publicada en el diario Folha de Sao Paolo, Figueiredo dijo que la democracia plena no existe, que el pueblo brasileño no está preparado para votar y advirtió en términos muy duros sobre las consecuencias de una victoria de la oposición en las próximas elecciones legislativas.