El PS italiano pide una política de unidad y emergencia

El XLI Congreso del Partido Socialista italiano, que concluyó en la madrugada de ayer en Turín, aprobó una política de «unidad nacional» e hizo una llamada a las demás fuerzas políticas para afrontar la situación de emergencia.El PSI celebró su congreso en, el palacio de deportes de la ciudad de Turín, a pocos centenares de metros donde los jueces están juzgando a los terroristas de las Brigadas Rojas.

En la reunión tomaron parte más de 4.000 afiliados, además de varias delegaciones extranjeras.

La celebración de este congreso pretendió crear unidad dentro del partido -dividido por la existencia de varias corrientes-, pero los cinco días que duró no fueron suficientes para hacer desaparecer todas las diferencias: el PSI, a pesar de su programa de «unidad nacional», salió dividido del XLI Congreso, tal y como había empezado.

Bettino Craxi, secretario general, en su discurso final, no negó que en el partido existan divisiones internas, pero hizo hincapié en que «es más fuerte lo que une que lo que separa».

Del congreso surgió un nuevo compromiso político dentro del PSI «para superar la crisis italiana y construir el futuro».

En las conclusiones se acordó practicar una política de unidad nacional «durante el tiempo que sea necesario para evitar los fenómenos de disgregación y dar seguridad al mundo del trabajo y a los ciudadanos».

En el tema de la responsabilidad de las izquierdas frente a la actual situación italiana, el XLI Congreso se inclinó por una mejora de relacíones con los comunistas y criticó el «mal gobierno» de la Democracia Cristiana, aunque los participantes manifestaron su solidaridad con este partido en los difíciles momentos por los que atraviesa actualmente, con su líder secuestrado.