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Alternativa al actual modelo de sociedad industrial

El tipo de desarrollo procedente de la revolución industrial tiene como característica esencial la necesidad de un crecimiento continuo. Si se acepta, sin embargo, la realidad de que los recursos de nuestro planeta son limitados, es evidente que la sociedad post-industrial requerirá un modelo de desarrollo distinto del actual. La búsqueda de esta alternativa es el tema de la ponencia que la delegación del Consejo Superior de los, Colegios de Arquitectos de España presentará en el XIII Congreso Mundial de la Unión Internacional de Arquitectos, que se celebrará en México el próximo mes de octubre. En la elaboración de este esquema de modelo de sociedad intervinieron dos arquitectos, un matemático, un sociólogo y un ingeniero de Caminos, habiendo sido consultados numerosos expertos en la materia.

El crecimiento podría definirse como el incremento de una serie de variables, tales como el PNB (Producto Nacional Bruto), la renta per cápita, la población, el índice de urbanización, el número de teléfonos, automóviles, etcétera, mientras que desarrollo significaría el «crecimiento» de un complejo de factores de difícil cuantificación, tales como el nivel tecnológico, la vertebración de los sectores de producción, la integración entre cultura, ciencia, producción y otros muchos factores.La diferencia, incluso oposición, entre mero crecimiento y desarrollo es una de las premisas básicas para la elaboración de un modelo de sociedad alternativo. El desarrollo industrial en su continua necesidad de expansión y crecimiento origina una concentración cada vez mayor. El modelo propuesto por la ponencia española en el congreso mundial de arquitectos tiende a todo lo contrario.

Los autores de dicho trabajo lo han denominado: Modelo autonómico de desarrollo, siendo su objetivo primordial la mayor autosuficiencia posible de la comunidad más pequeña posible.

El concepto de autonomía se refiere a una comunidad que hay que definir. Si aplicamos con rigor el criterio de máximo autoabastecimiento posible, vemos que éste conduce a la delimitación de la dimensión mínima de una comunidad viable, pero esta dimensión varía según los distintos sectores a los que se puede referir el autoabastecimiento: la comunidad viable mínima tiene una dimensión para el autoabastecimiento alimentario, otra para la asistencia médica elemental, otra para la enseñanza básica, etcétera. De esta forma, unidades autónomas a cierto nivel, tendrán que unirse para disponer de servicios comunes a nivel superior.

Este modelo deberá posibilitar la diversificación productiva del territorio, tendiendo a la aproximación del campo y la ciudad, hasta confundirlos. Debe salvar la barrera entre el trabajo y el ocio y debe tender a la participación democrática en el control de todas las actividades.

La palabra desarrollo cobra así un nuevo sentido, o al menos con una claridad nueva, pasando a significar complejización y diversificación de lo más pequeño, y autorrealización de una comunidad con la que el individuo puede identificarse e incluir en ella su propia autorrealización.

Una sociedad autonómica no tiene que ser, ni puede ser, una sociedad sin cambios. Lo que sí sucederá es que alcanzado un nivel de autonomía éstos tendrán un carácter cualitativo, y, sobre todo, no constituirán la condición de pervivencia del sistema. La autonomía como sistema no genera la necesidad del crecimiento, pero el cambio es intrínseco a la condición humana. El modelo autonómico de desarrollo no puede ser otra cosa que la alternativa actual al modelo de concentración.

Significado del modelo autonómico

El modelo autonómico está en gran parte orientado por la pretensión de respetar el equilibrio ecológico, aunque no exclusivamente, como se hace desde posiciones unilaterales. Esto implica la preferencia por una tecnología que se intercale en los ciclos naturales, en vez de interrumpirlos. El reciclaje de vertidos es algo normal, y no un costo lateral como en el modelo actual, puesto que constituye una materia prima más disponible en el entorno inmediato.En el campo de la energía podría afirmarse que la actual crisis es uno de los factores del actual modelo que más favorecen y confirma la necesidad de una alternativa autonómica, ya que ésta, con su carácter disperso, está especialmente capacitada para aprovechar las llamadas energías libres.

La posibilidad de agotamiento de los combustibles fósiles y los peligros inherentes a la energía nuclear hacen de la energía solar, energía del viento y la originada por pequeños embalses, un tema de atención creciente de los Gobiernos especialistas. Pero estas energías sólo son plenamente aprovechables en un modelo autonómico, porque son energías dispersas.

En la tecnología la autonomía promueve la reactualización de tecnologías abandonadas, pero también la innovación en una medida hoy desconocida. Los descubrimientos técnicos sirvieron de base a la revolución industrial, pero hoy la investigación está controla da por los grandes monopolios y apenas supeditada a las necesidades humanas reales.

Las exigencias de diversificación y convertibilidad impondrían, junto a la generalización de los conocimientos tecnológicos básicos, la proliferación de especialistas, quienes dedicarían la mayor parte de su tiempo a actividades diversificadas. Esto, que hoy podría parecer un despilfarro, no sería conceptuado como tal, porque el sabe

también es un fin en sí mismo. La sobreabundancia de «universitarios», concepto a superar, uno de los problemas más difíciles de la civilización industrial en su fase reciente, sería un índice más de la calidad de vida alcanzada.

El nivel cultural disminuirá la importancia de la pedagogía

El «universitario» podría alternar el trabajo agrícola, industrial, etcétera, con el especializado, la actividad político-comunitaria y la enseñanza, o la difusión cultural extra-académica. La diferencia entre estas tendería a desaparecer. El nivel cultural del ambiente haría disminuir la importancia de la pedagogía, y la concentración de estudiantes para alcanzar un nivel científico suficiente.En el transporte, comunicaciones y medios de difusión se tendería a aumentar los recursos disponibles dentro del radio autónomo de acción en el que no es necesario el transporte. Este se organizaría con preferencia del de corta distancia y colectivo. El individual y de larga distancia serían posibilidades, no necesidades vitales.

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