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Trabajadores de Altos Hornos del Mediterráneo denuncian la actuación de Altos Hornos de Vizcaya

Mientras el Gobierno continúa retrasando la toma de decisiones respecto al futuro del sector siderúrgico, la situación en una de las empresas integrales, Altos Hornos del Mediterráneo, sigue deteriorándose. La dirección de la sociedad, en la que el primer accionista es Altos Hornos de Vizcaya, con un 46,2%, insiste en la imposibilidad de abonar la nómina correspondiente al presente mes de marzo. Fuentes del comité de empresa han denunciado a EL PAIS una serie de actuaciones de AHV, encaminadas a cobrarse como sea parte de la deuda contraída por la empresa de Sagunto, mientras se abandona a ésta a su suerte, en espera de que el Gobierno decida hacerse cargo de ella.

La pasada semana una comunicación de las áreas directivas de Altos Hornos de Vizcaya ordenaba a su filial el embarque inmediato de 108.000 toneladas de slabs, existentes en stock en Sagunto y valorados en unos 1.700 millones de pesetas, con destino a dos almacenes de AHV en la zona levantina, en concepto de abono de parte de la deuda contraída, estimada en 7.900 millones a finales del mes de octubre del pasado año. De la indicada. cantidad sólo salieron unas 9.000 toneladas -por carretera y vía férrea-, al oponerse el comité de empresa a que fueran cargados dos buques, con capacidad de unas 32.000 toneladas cada uno atracados desde el miércoles en e¡ puerto de Sagunto, según pudo confirmar nuestro corresponsal en Valencia, Jaime Millás.Según fuentes del comité de empresa consultadas por EL PAIS, la dirección de AHV ha estimado un incremento de la deuda próximo a los 2.300 millones de pesetas durante el último trimestre del pasado año, sobre la cantidad indicada anteriormente, a 31 de octubre, sobre la que inspectores del Ministerio de Hacienda realizan una auditoría, voluntariamente aceptada por la dirección de AHM. Los trabajadores estiman que tal incremento es exagerado, al haberse contabilizado incluso la amortización de una partida de obligaciones.

Por otra parte, los trabajadores denuncian el progresivo abandonismo respecto a Altos Hornos del Mediterráneo, practicado por todos los accionistas de la sociedad, especialmente por parte de Altos Hornos de Vizcaya -socio mayoritario-, que dificulta todo intento de comercialización de los productos elaborados en Sagunto, cuyo importe podría mejorar el circulante de la sociedad, de modo que los salarios corres pondientes al mes de marzo pudieran ser abonados a su debido tiempo. Los bancos participantes en AHM, por su parte, no conceden desde hace meses las facilidades financieras habituales en el mundo empresarial, discriminando a la empresa -según fuentes laborales- incluso con respecto al mercado convencional. Esto, consideran los trabajadores, es doblemente grave al ser accionistas de la sociedad. Según las mismas fuentes, AHM cuenta en estos momentos con créditos irrevocables, correspondientes a operaciones concertadas en el exterior, por un importe global superior a los ocho millones de dólares -320 millones de pesetas-, que los bancos nacionales no se avienen a negociar.

A juicio de los trabajadores, la dirección de AHV se propone propiciar el deterioro de la situación como medio de presionar al Gobierno para que se haga cargo de la sociedad, al tiempo que obtiene una posición lo más ventajosa -posible, a la espera de que las autoridades competentes decidan los mecanismos de intervención. La imposibilidad de mantener el proceso productivo de modo autosuficiente -en Sagunto sólo existe la acería vieja y un modernísimo tren de laminación en frío-, Altos Hornos de Vizcaya se beneficia asimismo de sus suministros de bobina en caliente, facturados a un precio superior al que rige en los mercados nacional e internacional y en cualquier caso por encima del que luego se aplica a las bobinas en frío -transformadas en la IV Planta-, que nuevamente adquiere AHV.

Representantes del comité de empresa han manifestado finalmente a EL PAIS que, de no mediar estas prácticas por parte de la sociedad mayoritaria en Altos Hornos del Mediterráneo y el resto de los accionistas, podría abonarse debidamente la nómina .correspondiente al presente mes de marzo, que importa aproximadamente unos 230 millones de pesetas, para los cerca de 5.500 trabajadores de la sociedad. En cualquier caso, los trabajadores estiman que el Gobierno debería intervenir la empresa de modo inmediato, efectuando posteriormente una valoración real de la sociedad, en base a una auditoría contable con participación de todas las partes implicadas y elaborando conjuntamente con los representantes de los trabajadores un proyectó de futuro para sostener la empresa.

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