Entrevista con el ministro de Trabajo

«(...) -Hablando de problemas, ¿cuáles son los de este Ministerio que más le quitan el suelo? Porque aquí tiene usted donde elegir.-Si he de serle sincero, he de decirle que a mi mesa no llegan más que problemas.

-¿Se lo ha dejado muy mal el señor Jiménez de Parga?

-Yo soy amigo de Manuel Jiménez de Parga, a quien admiro profundamente. Es una persona inteligente y llena de la mejor voluntad.

-¿Pero cuál es el balance de su paso por esta casa?

-Positivo. Manuel Jiménez de Parga ha hecho cosas muy positivas dentro del Ministerio. De un Ministerio tan dificil como éste, en el que se centra la atención de dos graves problemas que la sociedad española tiene planteados: el paro y la-conflictividad laboral, sin que ninguno de los dos tengan para mí más prioridad. Ambos están eri el mismo nivel de urgencias.

-¿Es verdad que ya hemos superado el millón y medio de parados?

-Hay dos clases de índice de paro: el registrado y el no registrado. En lo que se refiere al paro registrado estamos en unos niveles del 5,36 % de la población activa. Y en lo que se refiere al paro no registrado, en un punto más. Pero en el tema del paro no hay que buscar cifras. Hay que buscar soluciones. Yo estuve ayer dando vueltas y vueltas a una idea. Urge constituir una gran comisión nacional.

-Una comisión nacional, ¿para qué?

-Una comisión nacional sobre el paro. Compuesta por representaciones de, las centrales sindicales y de las organizaciones empresariales, así como también por personalidades del mundo científico. La autoridad, que tendría un informe elaborado por esa comisión ampliamente representativa, tendría un grado de admisibilidad sociológica mayor que el de un dictamen ministerial. Y es que el paro ha desbordado el ámbito del Ministerio. Indudablemente, el paro hoy es ya un problema de Gobierno. Más que de Gobierno, de la propia sociedad. Para poder atajarlo es preciso que la sociedad española tome conciencia de que la solución del paro pasa por el sacrificio de esa misma sociedad. ( ... )

-Una curiosidad: ¿ usted conocía a Camacho?

-Personalmente, no. No le conocía. Es decir, no le conocía fisicamente. Pero sí conocía sus ideas, su pasado.

-¿Y a Nicolás Redondo?

-Lo mismo. Hemos hablado ya en varias ocasiones y nos hemos entendido perfectamente.

-¿Le preocupa la posibilidad de una movilización de masas con que habían amenazado, o ya no?

-No me preocupan las movilizaciones de masas con que los dirigentes sindicales dicen, yo no si, que hayan amenazado. Y no me preocupan por una razón.

-¿Por qué razón?

-Por la razón de que las movilizaciones no son más que las consecuencias de una situación en la que se ha roto el diálogo. Las causas de las movilizaciones de masas es lo que me preocupa y lo que hay que analizar. Y abordar, dentro de una política dejusticia en las relaciones laborales.

-¿Pero, a favor de quién va a estar usted: de los empresarios o de los trabajadores?

-Bueno, creo que la pregunta no puede plantearse en esos términos. Es decir, el ministro de Trabajo ha de buscar siempre la justicia, conciliación, la armonía y, al mismo tiempo, la clarificación de las posiciones. Creo que la única condición que puse a Suárez para acceder a este cargo es la de ser un hombre imparcial, la de que a este Ministerio nadie nos podrá achacar es que tomamos partido por unos o por otros y la de no hacer juegos que no fuesen los correctos de la Administración Pública.(...)»

23 marzo