El Gobierno laborista podría convocar elecciones
En medio de especulaciones intensas sobre la posibilidad de unas elecciones generales anticipadas en Gran Bretaña, el Gobierno y el Partido Laborista han acelerado su actividad económica y política en lo que consideran los preparativos formales para la «salida» electoral, cuyo anuncio podría producirse el mes próximo.De esta ofensiva gubernamental forman parte, en el frente exterior, los viajes del primer ministro a Washington y del canciller del Exchequer a Bruselas para intentar poner a punto un programa de relanzamiento de las economías occidentales. De puertas adentro se anuncian esta misma semana declaraciones oficiales sobre el uso de los ingresos proporcionados por el petróleo del mar del Norte, sobre el futuro de la British Leyland y de la industria del acero.
Aunque la opinión general es que no habrá elecciones antes de octubre, los estados mayores conservador y liberal ya han alertado a sus huestes sobre una posible convocatoria por sorpresa para junio. Callaghan se ha reunido este fin de semana con sus consejeros más directos, y para el miércoles está convocado el ejecutivo nacional laborista, presumibiemente para fijar la estrategia del partido ante la próxima elección parcial de Garscadden, en la que el partido del Gobierno se enfrenta a los nacionalistas escoceses y cuyos resultados pueden decidir la fecha de convocatoria de comicios generales.
El destiño del dinero que proporciona el petróleo escocés se considera un tema electoral clave, y Callaglían anunciará, probablemente hoy, en los Comunes su uso preferente en inversiones para mejorar la industria manufacturera y en el desarrollo de fuentes energéticas alternativas.
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