El PSOE se opondrá al "lock-out" en los debates constitucionales

El reconocimiento de la libertad de empresa y la economía de mercado y la posibilidad del cierre patronal o lock-out son algunos de los puntos sobre los que se centró la disidencia del socialista Gregorio Peces-Barba, de la ponencia constitucional. La nueva redacción del artículo 32 del anteproyecto, que mantiene en lo esencial tales puntos, anticipa la fuerte oposición de los grupos socialistas durante los debates parlamentarios.El texto del nuevo artículo 32 es el siguiente, subrayando en él las innovaciones introducidas: «Se reconoce la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado. Los poderes públicos garantizan y protegen su ejercicio y la defensa de la productividad de acuerdo con las exigencias de la economía general y, en su caso, de la planificación. Los empresarios podrán adoptar medidas de conflicto colectivo sin perjuicio de las limitaciones expresas que la ley pueda establecer al ejercicio de este derecho. Este derecho nunca podrá atentar al mantenimiento de los servicios esenciales para la comunidad.»

Mención de la iglesia católica

La introducción de la alusión expresa a la Iglesia católica, que se añade a la mención que hacía el inicial anteproyecto a «las creencias religiosas», ha dado lugar al siguiente tercer párrafo del artículo 16: «Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia católica y demás confesiones religiosas.»