Naufragio sin víctimas en Vigo a doscientos metros de la costa

Cuando todavía no han aparecido algunos cadáveres de la treintena de víctimas del congelador Marbel otro pesquero ha sufrido un accidente, aunque en este caso no se han registrado desgracias personales. Los marineros tuvieron que esperar siete horas en el barco, que se hundía a 200 metros de la costa, hasta que fueron rescatados.

El tema de la seguridad marítima en las costas gallegas ha sensibilizado de una manera especial a la sociedad gallega, especialmente en la zona Sur. Todo tipo de corporaciones, partidos políticos, organizaciones sindicales y autoridades han puesto de manifiesto la falta de medios para rescatar a náufragos en el sur de Galicia, donde está el puerto pesquero de Vigo, el más importante de Europa, y por cuya costa pasan a diario docenas de barcos en tránsito hacia el norte del continente.Ayer, precisamente en vísperas del día marítimo mundial, que se dedica hoy fundamentalmente a cuestiones de seguridad, se puso de manifiesto esa insuficiencia. Un bou de 350 toneladas, el Mar 12, encalló en el cabo Estay, donde el verano pasado murieron varios pescadores. La piedra que provocó el accidente está a menos de 200 metros de la costa, desde la cual varias personas estuvieron iluminando el barco durante toda la noche con los faros de sus vehículos, en tanto los tripulantes lanzaban bengalas.

Desde poco después de producirse el siniestro, ocurrido cuando el barco, que había estado pescando unas horas, buscaba refugio por el mal tiempo, ya dentro de la ría de Vigo, un remolcador y varios pesqueros permanecieron en la zona. Sin embargo, el fuerte mar impedía acercarse al Mar 12. Un pequeño barco que jugó un papel muy importante en el rescate de las víctimas del congelador Marbel no pudo llegar en el primer momento al lugar del suceso por impedírselo la escasa altura del puente que une la isla de Toralla con tierra firme. Lo logró cerca de las ocho de la mañana, aproximándose cincuenta metros al pesquero siniestrado, al que lanzó un cabo, amarrado al cual se enviaron dos lanchas de salvamento en las que se salvó la tripulación.

En una nota oficial de la Comandancia de Marina se manifiesta que el rescate de los náufragos no se hizo hasta primera hora de la mañana porque no había peligro para el buque y, consecuentemente, tampoco para los tripulantes.