No hay perspectivas de recuperación económica

La presente coyuntura industrial tiene como denominador común el escaso dinamismo. La suave contención del ritmo de deterioro observada en algunas variables a finales del pasado año no ha tenido continuidad en el mes de enero, según la encuesta de coyuntura realizada por el Banco de Vizcaya.Durante el primer mes de 1978, el proceso de acumulación de stocks ha seguido una marcha análoga y los nuevos pedidos a las empresas experimentaron en los comienzos del año un retroceso.

Uno de los aspectos relevantes de la encuesta lo constituye la marcha del indicador de futuras necesidades crediticias que, aun cuando sigue manteniéndose a niveles altos, experimenta una significativa caída por segundo mes consecutivo. De verse confirmada esta evolución en los próximos meses, podría reflejar no sólo las consecuencias de una prolongada y progresiva reducción de la actividad inversora y productiva, sino también el repliegue de las expectativas inflacionistas, como ya se ha detectado en los índices de precios.

La reactivación se retrasa, según el Urquijo

Tan sólo a finales del presente año o a principios del siguiente, como muy próximo, se habrá conseguido el suficiente grado de saneamiento como para poder tomar medidas conducentes a su reactivación, según un informe de coyuntura elaborado por el Banco Urquijo.El informe bancario resalta que dicho saneamiento habrá traído aparejado un serio quebrantamiento de la situación general de las empresas, que se ven cada vez más afectadas por la influencia desfavorable de la mayor presión fiscal, la previsible disminución de la demanda y las fuertes restricciones en materia de concesión de créditos.

«Es más que probable, por tanto -señala el informe-, que las expectativas de los empresarios -que son los que determinan sus decisiones de invertir y, en definitiva, el propio rumbo de la economía- no sean, por su deterioro y pesimismo, las más apropiadas para que, llegado el momento idóneo, pueda ponerse en marcha el proceso de recuperación económica. Vistas así las cosas, podría resultar que en dicho momento se diese la condición necesaria, pero no la suficiente, para que la reactivación se produzca.