Un joven muerto por congelación en Miraflores de la Sierra
Donato Gonzalo Sánchez, de diecisiete años, fue encontrado muerto y su compañero José Manuel Ciria, de dieciocho años, en estado grave, en el curso de una batida hecha en Miraflores de la Sierra, a raíz de que se conociera la noticia, el pasado sábado, de que estos dos jóvenes se habían perdido cerca del pico de la Pala. Al parecer, la causa de que los dos jóvenes se alejaran del campamento se debió a la euforia producida por haber ingerido biodramina, de naturaleza estimulante, en unión de algunas botellas de vodka y ron.«Donato estaba entre unos matorrales, en bañador. Creo que la muerte se debió de producir por congelación y no por efecto de las numerosas y pequeñas heridas que presentaba. El otro joven pudo ser salvado, ya que, como les explicaba a los padres, notaba que se cansaba, pero no quería quedarse dormido», manifestó a EL PAÍS el doctor Molina Redondo, médico de la localidad.
La excursión había comenzado el pasado sábado cuando ocho jóvenes, de edades comprendidas entre los diecisiete y los diecinueve años, decidieron acampar en el pico de la Pala, en un paraje considerado por los lugareños como extraño.
Tras instalar la tienda de campaña en la que iban a dormir todos, los jóvenes debieron de mezclar el contenido de varias botellas de vodka y ron con cinco envases de biodramina, sustancia cuyo efecto estimulantefue multiplicado por el alcohol.
« Esta euforia, que en el caso de los dosjóvenes que se perdieron les debió hacer saltar, correr y sentir un calor tremendo, motivó que se quitaran la ropa. Esto unido a que durante la noche del sábado al domingo hizo mucho frío pudo congelar aljoven que falleció», amplió el citado médico.
Quinientas personas participaron en la búsqueda
Nada más conocerse la noticia de que seis jóvenes «como drogados» habían llegado a la población «diciendo incoherencias como que les perseguían los indios y que se habían peleado con unos gitanos, y que dos compañeros habían quedado arriba», se inició una batida. Unas quinientas personas, entre miembros de la Guardia Civil, habitantes de Miraflores e incluso familiares que llegaron en la madrugada del lunes rastrearon la zona. «Al desconocerse el sitio exacto donde se habían perdido, la extensión recorrida fue muy grande. El primero de los cuerpos lo encontramos por la tarde, a un kilómetro de la carretera de Canencia.» El padre de José Manuel creyó, en principio, que era su hijo, ya que las heridas que tenía en la cara, al parecer a causa de una caída, le hacían poco identificable.
Cinco horas después, y a cuatro kilómetros de allí, encontraban a José Manuel, a quien se trasladó urgentemente a la Residencia Sanitaria La Paz. En la noche del lunes, José Manuel, estudiante y trabajador, igual que el joven fallecido, pasaba a su domicilio en lacalle de San Marcelo.
« Es la primera excursión a la que iba. Ahora está como adormilado, tiene arañazos y maguiladuras en brazos, piernas y en la cabeza», informó la abuela de José Manuel.
Entretanto, en Miraflores se celebraba, a las cinco de la tarde de ayer, el entierro de Donato. Según parece, su padre es natural de esta población.
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