Semana de protesta contra el trasvase Tajo-Segura

La Comisión de Defensa del Tajo de Toledo, que acaba de convocar diferentes actos de protesta por la situación de este río, en la primera semana de marzo ha publicado un folleto informativo sobre el trasvase Tajo-Segura, donde se recoge gran parte de la documentación crítica sobre el tema. Los actos concluirán el próximo día 12, con una manifestación localizada en tres puntos de la provincia, que ha sido organizada por la mayoría de las fuerzas sociales y políticas representadas en dicha comisión.El proyecto de llevar aguas de la cuenca del Tajo a la del Segura -según señala el folleto- es una idea que data de 1933, como una posibilidad de resolver el problema de aguas del sureste español. Este mismo enfoque, ligeramente revisado, constituyó el proyecto presentado en 1966 por el entonces ministro de Obras Públicas, Federico Silva Muñoz. Los cuatro tramos que comprende el trasvase, desde las aguas del pantano de Bolarque, situado en la cabecera de la cuenca del Tajo, hasta las del embalse del Talave, en la cabecera del río Mundo, afluente de la cuenca del Segura, están a punto de concluirse, a pesar de que, según ha denunciado repetidamente la Comisión de Defensa del Tajo, «se trata de un proyecto antidemocrático que se desarrolló en contra de los verdaderos intereses del pueblo».

Con él se conseguía favorecer provincias de baja renta por habitante, como Murcia, Alicante y Almería, en detrimento de otras no precisamente favorecidas, caso de Toledo, Cáceres y Guadalajara.

El análisis posterior de los inconvenientes de este trasvase hizo que se arbitrase en 1971 la «ley sobre aprovechamiento conjunto Tajo-Segura también llamada de las «compensaciones». En lo referente a Toledo, dicha ley preveía la terminación de la transformación en regadío de las zonas de Castrejón, canal de las Aves y Real Acequia del Jarama, la construcción de diversas estaciones depuradoras de las aguas residuales y la construcción de los embalses de la cabecera del Tajo capaces de garantizar excedentes sobre los seiscientos millones de metros cúbicos trasvasados en la primera fase, entre otras importantes empresas, con lo que de alguna manera se venía a reconocer la contrapartida negativa del trasvase.

No obstante y tal como señala el folleto, las compensaciones en lo que respecta a la provincia de Toledo no superan los 4.500 millones de pesetas, de los que 1.700 han sido invertidos ya. Cantidad insuficiente para cubrir los gastos de todas las «compensaciones». El río Tajo es en la actualidad el más contaminado de los de su tipo, al sufrir la invasión de las aguas residuales de Madrid, si a ello hay que añadir la sangría del trasvase la situación puede alcanzar cotas verdaderamente alarmantes.

El último gran inconveniente de esta operación es precisamente su precio. Aspecto oscuro del que, sin embargo, se conocen suficientes datos como para valorarlo. Mientras en 1968 la previsión de costes ascendía a 14.524 millones de pesetas, en 1977, con el trasvase en su cuarta fase aún no concluida, la cifra ha alcanzado ya los 43.222 millones de pesetas.