Cuatro detenidos y numerosos heridos en el Rastro el pasado domingo

Las agresiones, carreras y enfrentamientos han vuelto otra vez al Rastro. Cuatro detenidos que se encuentran a disposición judicial y ocho personas con heridas leves, según fuentes oficiales, fueron el resultado de los incidentes ocurridos el pasado domingo en el popular mercado madrileño a causa de la presencia de un importante número de jóvenes guerrilleros de Cristo Rey, que agredieron a los vendedores de propaganda política de izquierdas.

Según informaron a EL PAÍS testigos presenciales, vecinos de la zona, hacia las diez de la mañana un grupo aproximado a las cincuenta personas, identificados como guerrilleros de Cristo Rey, cubiertos con casco y protegidos con escudos metálicos, se instalaron en la plaza de Cascorro y entonaron canciones tales como Montañas Nevadas, Cara al Sol y otras semejantes, actitud en la que permanecieron hasta aproximadamente media mañana, cuando al ver a un grupo de jóvenes de la CNT, que acababa de colocar su tenderete, el grupo de guerrilleros se instaló enfrente y, brazo en alto, comenzó a cantar el Cara al Sol. En ese momento alguien lanzó una piedra a uno de los ultraderechistas. A partir de entonces comenzaron las agresiones, consecuencia de las cuales fueron el destrozo de algunos de los tenderetes de propaganda política, lanzamiento de cócteles molotov por parte de los guerrilleros de Cristo Rey -versión también confirmada por la agencia Efe- y escenas de pánico entre los compradores y visitantes turísticos del mercadillo. Las carreras de éstos acabaron de arrasar los pocos tenderetes que aún quedaban. Más aún cuando un coche marca Seat modelo 127, de color blanco, conducido por un grupo de los jóvenes ultraderechistas atravesó a toda velocidad la Ribera de Curtidores. Tras el automóvil, una treintena de éstos aprovechó para desaparecer de las inmediaciones del Rastro. No obstante, un grupo de diez, aproximadamente, permaneció y continuó las agresiones a los vendedores de propaganda.Hacia las trece horas y veinte minutos hizo acto de presencia la Policía Armada, que intentó aplacar los enfrentamientos y recogió los escudos protectores de los guerrilleros de Cristo Rey. Muchas de las personas que habían contemplado los acontecimientos consideraron insuficiente la actuación de la policía y gritaron insultos contra las fuerzas del orden. Estas intentaron dispersar al público congregado en la plaza de Cascorro y alrededores. Para ello utilizaron botes de humo e hicieron uso de las porras. Una gran mayoría de jóvenes que se había refugiado en el bar La Bobia resultaron apaleados a la salida. Las carreras, gritos y enfrentamientos continuaron hasta las 2.30 horas aproximadamente.

Ante las alteraciones producidas, el Gobierno Civil hizo pública una nota en la que informaba de que el enfrentamiento se había producido entre militantes de Fuerza Nueva y de CNT y que en los incidentes habían resultado ocho personas heridas leves, entre ellas un policía que separaba a los contendientes. La nota finaliza diciendo que a la vista de los nuevos incidentes se está abriendo una información y que probablemente se adoptarán medidas en orden a la instalación de puestos de propaganda política.