CCOO celebra su I Congreso en junio

«No queremos que se hable más con las centrales, exigimos que se negocie. Hay muchos problemas pendientes (patrimonio, acción sindical, negociación colectiva, código de los derechos de los trabajadores), y la Administración se ha venido escudando para no negociarlos en cuestionar la representación de las centrales. Ahora, con las elecciones sindicales, es evidente que existen dos fuerzas: CCOO y UGT», manifestó Marcelino Camacho, secretario general de CCOO, en el transcurso de una rueda de prensa convocada para dar cuenta de los acuerdos del consejo confederal.Como principal acuerdo de la citada reunión figura la convocatoria del primer congreso estatal de CCOO en la legalidad, con anterioridad se había celebrado una asamblea nacional en Barcelona, todavía en la clandestinidad, que tendrá lugar entre el 21 y el 25 de junio en el Palacio de Congresos y Exposiciones, de Madrid. Previamente tendrán lugar congresos preparatorios a nivel de sindicatos, federaciones de rama y de ámbito territorial. Al congreso asistirán 1.800 delegados, uno por cada 3.000 afiliados, y tendrá un carácter -según afirmaron los dirigentes de CCOO- «de luz y taquígrafos». Se refirieron asimismo a que en las tareas preparatorias iban a procurar que intervinieran todos los trabajadores y no sólo los militantes.

En la rueda se criticó duramente al Gobierno de UCD, «que no sólo incumple los aspectos progresivos del pacto de la Moncloa, sino que aplica criterios restrictivos a los mismos». En igual tono se refirieron al proyecto de acción sindical en la empresa elaborado por UCD que -según afirmaron- no reconoce a los sindicatos en las empresas, no fija atribuciones concretas a los comités de empresa, y reduce incluso las que tenían los jurados de empresa del vertical. Se trata de una legislación, dijeron, propia del año 45 «y estamos en 1978».

El consejo confederal abordó también el desarrollo de las elecciones y acordó generalizar el proceso a todos los asalariados (Administración, trabajadores agrarios o civiles de establecimientos militares). Acordaron exigir respuestas al paro, que calificaron de problema número uno, y un control del cumplimiento de los pactos de la Moncloa por una comisión conjunta de fuerzas políticas y sindicales.

Para presionar responsablemente al Gobierno y a UCD a que de respuesta a los problemas planteados, el consejo confederal de CCOO ha mandado al secretariado para que negocie con UGT movilizaciones conjuntas generalizadas. Por último, hubo críticas a la OUA y un apoyo a la jornada de la mujer trabajadora, prevista para el 8 de marzo, aniversario de la muerte de un centenar de trabajadoras, en 1908, en el incendio de la fábrica Coton, en Estados Unidos, que fue provocado por el empresario.

Sobre negociación colectiva, CCOO insistió en que la autoridad debería homologar los convenios firmados cuando haya acuerdo patronal- trabajadores, y que en caso de laudo se tuviese en cuenta el 18% fijado por los pactos de la Moncloa sobre repercusión de la Seguridad Social en los salarios.