"No conozco a ningún dirigente sindical"

«El primer objetivo del Ministerio de Trabajo es conseguir unas relaciones laborales armónicas, en base a la justicia, junto con la solución del acuciante problema del paro, especialmente del paro juvenil», según ha declarado a EL PAIS el nuevo ministro. de Trabajo, Rafael Calvo Ortega. «Aunque aún no he recibido ninguna consigna concreta del presidente Suárez, estas son sus grandes preocupaciones en la política social. En cuanto a la política concreta que aplicaré en mi departamento, aún es prematuro para hablar de ella, pues necesito estudiar a fondo los grandes temas que ocupan la atención del mundo laboral», agregó.

El señor Calvo Ortega, que en breve charla con el presidente aceptó la cartera de Trabajo en la mañana del pasado viernes, aseguró que conoce el mundo del trabajo por propia experiencia. «He sido un hombre que ha trabajado en todos los terrenos, incluido el manual, y mis estudios de Derecho y el bachillerato los he simultaneado con el trabajo. Concluidos mis estudios he sentido una gran preocupación por el tema de la empresa, los temas laborales. He visitado numerosos centros de trabajo y he estado en contacto, tanto en España como en el extranjero, con empresas con sistemas de participación de los trabajadores que considero interesantes para nuestro país.»No obstante, el nuevo ministro de Trabajo afirma no tener ninguna experiencia directa con el actual sindicalismo español -al que considera perfecto, «aunque habrá que llegar a una mayor perfección»-, «puesto que no colaboré nunca con el régimen anterior ni, por supuesto, con los sindicatos verticales».

Tampoco conoce el nuevo ministro de Trabajo a ninguno de los actuales dirigentes sindicales, aunque ayer intentó, sin éxito, contactar con Marcelino Camacho y con Nicolás Redondo. «Hoy mismo empezaré a estudiar el tema sindical, para lo que en la tarde de ayer constituimos un grupo de estudio », explicó el señor Calvo Ortega, que no quiso facilitar los nombres de quienes integran este grupo -«que no pertenecen al actual equipo de Trabajo, ni significa que vayan a pertenecer»-, si bien señaló que son catedráticos y profesores de Derecho del Trabajo, sociólogos y expertos en sindicalismo pertenecientes a UCD.

«Como ministro, buscaré un sindicalismo en el que no existan impedimentos para la asociación de trabajadores y en el que éstos puedan expresar libremente su voluntad. sin ningún límite ni frontera en este terreno. Las fuerzas políticas que se realacionen con el Ministerio de Trabajo tendrán que buscar la colaboración y el diálogo permanente entre ellas, y en este marco se inscribe la participación de los trabajadores en la empresa. El grado y la forma de esta participación es un tema a estudiar.»

Finalmente, el ministro de Trabajo, que aseguró haber leído con perplejidad la información de EL PAIS -«al que considero un periódico responsable»- en la que se califica de giro a la derecha la nueva formación del Gabinete, rechazó tal calificación por lo que a él hace referencia, ya que «por mi vida, por mi desvinculación absoluta del mundo empresarial, por mi trabajo diario, por mi condición de funcionario público que vive exclusivamente de un sueldo, se me podría encasillar perfectamente en la izquierda».