China, en vísperas de una nueva asamblea nacional popular

El Comité Central del Partido Comunista chino concluyó ayer una reunión plenaria de seis días de duración con un discreto comunicado en el que se subraya el regreso de China a la normalidad después de varios años de tensión, pero en el que se dan pocas pistas sobre las largas discusiones mantenidas.

El objeto de la reunión del Comité Central del partido era el de preparar la V Asamblea Nacional Popular, que se inaugura mañana domingo. Se trata de la primera vez que la convocatoria de la Asamblea se ha hecho pública con anterioridad. En la última, celebrada hace tres años, sólo se dio información de la misma varias semanas después de concluida.Como parte del énfasis que se da al regreso a los «buenos tiempos», el presidente del partido, Hua Kuo-feng, manifestó ante el Comité Central que «las cosas irán mucho mejor de lo que se esperaba».

No hay indicaciones inmediatas de que en la reunión se haya votado un cambio en la composición en el buró político del partido, el más alto órgano ejecutivo, aunque varios de sus miembros han sido objeto de velados ataques por sus supuestas conexiones con el grupo radical caído en desgracia.

Algunos observadores piensan en Hong Kong que el hecho de que no haya expulsado a algunos miembros del buró político ni haya admitido a nuevos miembros podría significar que se ha llegado a un aparente compromiso, puesto en marcha el año pasado cuando se permitió la rehabilitación de Teng Hsiao-ping como viceprimer ministro.

El comunicado no ofreció tampoco ninguna indicación sobre quién será nombrado primer ministro -puesto que ahora ocupa el presidente Hua Kuo-fengen la sesión de la Asamblea Nacional Popular. Antes de la reunión del Comité Central había fuertes indicios de que el puesto recaería en el propio Teng Hsiao-ping, que ha ejercido las funciones de primer ministro, de hecho, desde que fue rehabilitado el verano pasado.

Según el comunicado, sin embargo, el Comité Central ha aprobado varios informes que serán sometidos a la Asamblea, entre ellos un nuevo plan económico de diez años de duración, una constitución revisada y una nueva letra para el himno nacional.

El nuevo plan económico sustituiría al Quinto Plan Quinquenal, que se suponía que debería haber comenzado a operar en 1976, pero cuya aplicación se ha hecho imposible por las luchas políticas y por el quebranto que se produjo en la industria desde 1975 hasta la primera mitad del año pasado. El nuevo plan cubrirá desde 1976 a 1985.

El himno nacional chino se ha interpretado sin letra desde la Revolución Cultural, en la que el compositor cayó en desgracia por derechista.

El anuncio del Comité también señalaba que la Procuraduría -la oficina judicial que decide si hay o no suficientes pruebas para iniciar un proceso- sería restablecida en la nueva Constitución. La Procuraduría fue borrada de la anterior Constitución, aprobada en la Asamblea Nacional Popular de 1975, en la que fue abolida la independencia del poder judicial.

Ciertos observadores estiman que la larga duración de la reunión -seis días- sugería el hecho de que las discusiones fueron importantes y no se limitaron a una mera aprobación formal de decisiones ya adoptadas de antemano. El comunicado informaba de que el presidente Hua había pronunciado un importante discurso y sólo desveló algunas frases del mismo que, evidentemente, estuvo centrado en los hechos ocurridos en el año y medio transcurrido desde la muerte de Mao Tse-tung.