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San Blas: paralizada la construcción de 3.000 viviendas

La situación de la vivienda en el barrio de San Blas y, concretamente, la remodelación de San Blas I y el Polígono H, lleva largo tiempo paralizada, pese a haber sido reiteradas veces denunciada por los vecinos. En estos momentos, los planes de remodelación no han sido siquiera aprobados. Existe un compromiso firmado por parte del ministro de Obras Públicas, señor Garrigues, en el que consta que los proyectos de remodelación serán encargados a técnicos de la asociación, pero la promesa no ha sido todavía cumplida.

La gran dificultad para acometer la construcción de las 3.000 viviendas de San Blas I y Polígono H estriba en que todo ello es patrimonio de la Obra Sindical del Hogar (OSH) y de Poblados Dirigidos, organismos autónomos independientes del Ministerio. En esta situación, pese a que el Instituto Nacional de la Vivienda quisiera, de hecho, acometer las remodelaciones, sin la cesión de los organismos citados, las obras no podrían llevarse a efecto. No obstante, según aseguró recientemente en rueda de prensa el director general de la Vivienda, Manuel Díaz, el patrimonio de la OSH y Poblados Dirigidos, pasará en breve a depender del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo.Según el abogado de la asociación de vecinos de San Blas, Fernando Salas, el coste aproximado de las obras de remodelación será de 3.000 millones de pesetas, aunque la forma de pago no ha sido acordada todavía entre vecinos y el INV. De momento, los vecinos parten, también es este caso, de un rechazo frontal a la vivienda social. Su planteamiento es que si ellos han tenido que sufrir las deficiencias de unas viviendas construidas por las Administración, ésta debe ser la que afronte la mayor parte de los gastos. La fórmula concreta para pagar los nuevos alojamientos no ha sido claramente delimitada. El problema de San Blas con la Obra Sindical del Hogar se repite en otros barrios en los que este organismo construyó viviendas en la década de los sesenta. Pese al poco tiempo transcurrido, muchas de las viviendas de San Blas presentan una amenaza de inmediato hundimiento, que ha obligado a muchas familias a desalojar voluntariamente las viviendas. Las grietas en las paredes, el hundimiento de los cimientos, las humedades en todo el piso y cientos de ratas en los sótanos fueron los avisos primeros -tampoco hacían falta otros- de que las viviendas tenían un forzoso carácter provisional. Las familias afectadas, obligadas por las enfermedades contraídas en tales condiciones y empujadas por las claras amenanzas de hundimiento de sus hogares, denunciaron, en un primer momento, a la Obra Sindical del Hogar y a Poblados Dirigidos, pero la amenaza de extinción que pesa sobre estos organismos paraliza la remodelación de San Blas hasta que el tema sea aclarado definitivamente.

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