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El Gobierno británico no responderá con la violencia a acciones del IRA

El Gobierno británico no caerá en la trampa de responder con más violencia a la última provocación del IRA, confirmó anoche el ministro para el Ulster, Roy Mason, quien se enfrentó en la Cámara de los Comunes a los curiosos ataques de los parlamentarios protestantes de Irlanda del Norte.

Los «provisionales» del Ejército Republicano Irlandés se responsabilizaron el domingo de la matanza de Comber, junto a Belfast, donde en la noche del viernes doce personas perdieron la vida y otras veintitrés sufrieron heridas de diversa consideración al hacer explosión tres bombas de alto poder incendiario en un restaurante repleto de gente.El señor Mason rechazó las acusaciones de debilidad que la oposición conservadora y los unionistas del Ulster han hecho contra la política gubernamental en Irlanda del Norte y descartó tajantemente la idea de reintroducir la pena de muerte para castigar delitos de terrorismo, como lo solicitó un portavoz parlamentario del Partido Democrático Unionista. En opinión del ministro para el Ulster (que se desdijo de anteriores declaraciones y reconoció que el IRA es capaz todavía de protagonizar acciones de violencia espectacular), la pena de muerte no impediría las acciones de ningún grupo de fanáticos. El domingo por la noche seis bombas hicieron explosión en una cochera de autobuses de Londonderry, que resultó casi arrasada por el fuego.

En una declaración de arrepentimiento sin precedentes, el IRA asumió el domingo la responsabilidad de la matanza de Comber, «en la que perecieron doce inocentes». La nota de los «provisionales », entregada a un periódico de Belfast, dice que «todo lo que el IRA puede ofrecer en su descargo es que avisamos a la policía nueve minutos antes de las explosiones. Aceptamos solamente las condenas provenientes de dos fuentes: las de los amigos de aquellos que murieron sin que lo pretendiéramos y, las de nuestros partidarios, que con razón nos han criticado tan severamente». La declaración finaliza afirmando que todas las muertes violentas y las tragedias tienen su origen en la interferencia británica y en la negativa de Londres a reconocer la soberanía irlandesa. «El IRA continuará oponiéndose a los británicos con toda la fuerza de que sea capaz.»

Ayer se reunieron en Belfast los jefes de los grupos paramilitares protestantes encuadrados en la Asociación para la Defensa del Ulster (UDA). Su «comandante en jefe», Andy Tyrie, clamó por la movilización general contra el IRA de los miles de miembros armados de esta especie de réplica del Ejército Republicano Irlandés. En el aire está ahora la amenaza de venganza de los extremistas protestantes, que podría volver a ensangrentar Belfalst tras diez meses de tranquilidad relativa.

Dublín rechaza acusaciones

En Irlanda, el primer ministro, Jack Lynch, ha rechazado las acusaciones de la líder del Movimiento de Paz, Betty Williams, según las cuales su reciente llamamiento a la unidad irlandesa ha dado fuerza moral al IRA para reanudar la violencia. El señor Lynch, que ha renovado en la conferencia anual de su partido su petición a Gran Bretaña para que se declare a favor de la unidad de Irlanda, dijo ayer que los ataques de los «provisionales» se planean y perpetran en el Norte y se mostró satisfecho de que la violencia del IRA no se dirija contra Dublín. Lynch aseguró que la frontera del Eire con el Ulster no representa ya un problema de seguridad, y sugirió que la señora Williams se había dejado influenciar demasiado por la propaganda del Gobierno de Londres.El primer ministro irlandés, que condenó sin reservas la matanza de Comber, ha anunciado la formación de un equipo de expertos que estudiarán una posible solución federal para Irlanda.

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