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"No existe paralelismo entre el movimiento sindical argentino y el español"

Estreno en Madrid de "Los traidores" del grupo Cine de la Base

Acaba de estrenarse en Madrid la película Los traidores, primera de las realizadas por el grupo argentino Cine de la Base, en 1973. Avalada por el Premio del Público del Festival de Rávena en 1973, y el primer premio ex aequo en la Semana de Cine Iberoamericano de Huelva, de 1976, Los traidores aborda un tema relativamente poco tratado en la pantalla: los problemas del movimiento sindical enfrentado a la corrupción y la burocracia.

«Ante todo es preciso señalar -declaró a EL PAIS uno de los miembros del grupo Cine de la Base que no puede establecerse paralelismo alguno entre el movimiento sindical en España, por ejemplo, y el argentino, tema que se aborda en nuestra película. Los traidores fue realizada clandestinamente entre el 71 y el 72, coincidiendo con un momento de enorme auge de la lucha de masas en Argentina. Estaba concebida como un material de trabajo y estudio, y se dio en un contexto de gran desarrollo militante de la cultura y el arte en nuestro país. Hubo otras películas, obras de teatro, un movimiento nuevo en el terreno de la música y la literatura contra el que la dictadura militar no había centrado aún su represión.»Los traidores da una visión crítica de diecisiete años de la historia argentina desde el derrocamiento del general Perón, en 1955, hasta el momento anterior a su llegada triunfal en el 73. Para ello toma casi como pretexto el mecanismo de unas elecciones sindicales en un momento en que los sindicatos argentinos habían acaparado un enorme poder económico y político. «La figura de Barrera, uno de los protagonistas de la película, que cuenta con un reparto muy extraño -añade el portavoz de Cine dé la Base-, está recogida de la realidad. En el estudio previo a la realización del filme tornamos de diferentes burócratas sus características más acusadas para conseguir trazar la imagen real de un hombre que de la lucha obrera honesta pasa a convertirse en un traidor a su clase, en un burócrata sindical. El secuestro que Barrera finge, de hecho, se dio en la realidad, aunque no en las circunstancias que narra la película. Pero lo que nosotros pretendíamos era no sólo hacer una crítica de la burocracia sindical, sino dar una visión simultánea de la lucha del movimiento obrero para conseguir la eliminación de este aspecto negativo y gravísimo que es el burocratismo, sindical. Un tema bastante inusual en el cine.»

A pesar de que ya en 1973 la situación política en Argentina era sumamente inestable, la película pudo hacerse e incluso distribuirse, no en los circuitos comerciales, sino en fábricas y centros obreros, lo que en cualquier caso constituía el objetivo de sus realizadores. A partir del 4 de marzo de 1976 la situación cambia radicalmente con el golpe militar del general Videla. «Desde ese momento, la represión se centró también sobre la cultura. Numerosos artistas y escritores son detenidos, y qué duda cabe de que esta película no hubiéramos podido realizarla a partir de este mo mento.»

Uno de los cineastas miembros del grupo Cine de la Base, Raymundo Gleyser, se encuentra actualmente desaparecido en Argentina, así como los escritores Harol do Conti y Rodolfo Walsch. Lo traidores ha sido estrenada, hasta el momento, en Italia, Suecia y Estados Unidos, donde la crítica ha acogido con gran interés el trabajo de este equipo de argentinos.

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