Entrevista con Martín Villa

«-Yo he insistido ya varias, veces en que a la policía se la está enjuiciando cada vez menos desde una perspectiva de carácter político, y pienso que dentro de poco ya no se la enjuiciará en absoluto desde ese punto de vista. Ya ha dejado de tener sentido esa polémica de si la policía es franquista o no es franquista, si es democrática o no es democrática. A la policía, de aquí en adelante, se le va a enjuiciar porque sea eficaz o no sea eficaz. En este orden de la eficacia he intentado, estoy intentando y voy a llevar a cabo una reforma en profundidad de las estructuras policiales. Pero no he pensado nunca en una depuración de la policía. Y no he pensado en eso por una posición de pura coherencia política. Al fin y al cabo, yo he sido actor de un proceso de reforma política, no de revolución política, y por tanto, ese proceso de reforma política, no de revolución política. es congruente con el proceso de reforma policial. O sea, que una depuración no sería válida desde el supuesto de una reforma política bien entendida. Pero es que tampoco lo sería desde el punto de vista de la eficacia, y eso explica determinadas designaciones y determinadas responsabilidades que tenemos con ciertas personas. Cuando hay que servir a la seguridad del Estado, en circunstancias especialmente difíciles, uno tiene que buscar a las personas más idóneas y más eficaces, siempre que, naturalmente, acepten sincera e inequívocamente la disciplina. A lo mejor habría sido un éxito formal y fácil, de cara a algunos sectores, el haber prescindido de determinadas personas, pero eso habría desgajado algunos mecanismos de la seguridad del Estado y tal vez se habría hecho imposible la reforma política que deseaban esas mismas fuerzas que solicitan una depuración.-O sea que usted cree que sin cambiar los nombres se pueden superar los vicios de una política de la dictadura...

-Perdonen, pero yo les pediría que me ayuden a abandonar cada vez más el enjuiciamiento político de la policía y lo sustituyan por un juicio sobre su eficacia.

-El traspaso de funciones de su departamento a la Generalitat, ¿cómo lo contempla?

-Nosotros tenemos tres tipos de funciones: unas son las que se relacionan con la política interior (la actitud del Gobierno en el campo de los derechos fundamentales y la conexión con los gobiernos civiles como representantes del Gobierno, a través del Ministerio del Interior); otras son las de la Administración Local, y otras, las del orden público. Yo diría que en cuanto a la Administración Local se puede avanzar bastante. Los temas del orden público..., bueno eso puede ser más delicado y discutible, aunque pienso que se puede plantear una colaboración de las policías locales de todo ámbito. Y respecto de la primera de las funciones, es evidente que se trata de una competencia propia del Estado central y que por su propia naturaleza es indelegable.

-Sus años de presencia política en Cataluña ¿le permitieron comprender eso que algunos llaman "el problema catalán"?

-Creo entenderlo desde la perspectiva de quererlo entender, que ya me parece una buena cosa. Y diría que el presidente Tarradellas tiene bastante razón en sus recientes declaraciones cuando dice que esta carrera de autonomías generalizadas es una carrera loca. Eso no puede ser. Aparte de que yo tengo que ser sensible, y lo soy, al peligro de que se produzca una desintegración de España, lo cierto es que me parece que sería tratar con la misma medida realidades diferentes. Estamos reaccionando frente a una excesiva centralización del Estado. Eso de la centralización parece que ha sido malo; quizá sería peor una actitud uniforme de las autonomías. Es evidente que hay un proceso de descentralización administrativa, de autonomía de la vida local y provincial, que posiblemente sienten todas las poblaciones españolas y al que mis paisanos de León tienen igual derecho que los catalanes. Pero las soluciones autonómicas de León y de Castilla no tienen la misma medida, y no deben tener, por tanto, la misma concreción.

- Vistos desde este despacho los largos meses de interinidad municipal, ¿ha sido su costo muy largo para el país?

- Desde el punto de vista exclusivo del Ministerio del Interior, yo soy el más deseoso de la renovación municipal. Si ya la tuviéramos, mejor: vaya esto por delante. Pero algunas veces se hace una propaganda injusta contra las actuales corporaciones.»