Londres se distancia de las posiciones guerrilleras rodesianas

El Gobierno británico comienza a considerar seriamente la posibilidad de reconocer a un Gobierno rodesiano salido de las negociaciones que sostienen en Salisbury el primer ministro, lan Smith, y los nacionalistas negros moderados.

De producirse este giro oficial favorecido por el reciente fracaso de las conversaciones sostenidas en Malta por británicos y norteamericanos con los guerrilleros del Frente Patriótico, podría abrir una nueva y más cruenta etapa para el país africano.

El secretario del Foreign Office, David Owen, fue sometido ayer, en el Parlamento, al fuego cruzado de la oposición conservadora. En una de sus respuestas, Owen dijo textualmente que prevé una situación en la cual «debamos considerar el reconocimiento de un Gobierno que haya asumido el poder mientras persiste todavía la lucha», y añadió que la decisión sería tomada en base al porcentaje de participación en unas futuras elecciones y a lo «razonablemente representativo» del Gobierno sufrido.

El Frente Patriótico la organización guerrillera que no reconoce las conversaciones de Salisbury, ha reiterado, por su parte, que no habrá alto el fuego si el futuro proceso electoral no es controlado por sus fuerzas, a lo que se oponen Londres y Washington.

Joshua Nkomo, uno de los dos jefes del Frente, dijo ayer en la capital británica que sólo con esta condición permanecerá abierta la vía del diálogo con Gran Bretaña y Estados Unidos. Lo que debe verse más como una declaración táctica que como la expresión real del punto de vista guerrillero.

A Nkomo y Mugabe, la consumación de un «acuerdo interno» en Salisbury y su reconocimiento internacional les pondría en la inevitable alternativa de negociar con Muzorewa y Sithole, o declarar la guerra total, con todas sus implicaciones, a un régimen que ya no sería solamente blanco.