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La utilización del dólar como fórmula de pago del petróleo, en entredicho

A las estrictas medidas de seguridad que rodearon ayer la miniconferencia de cinco países exportadores de petróleo reunidos en el hotel Intercontinental de Ginebra, Irak, Irán, Kuwait, Arabia Saudita y Venezuela, se sumó la extrema discreción de los ministros participantes, que se negaron a entregar a la prensa versiones oficiales u oficiosas sobre los temas tratados y los resultados obtenidos.Sin embargo, por otros canales se supo que además del problema de la baja del dólar, que preocupa con prioridad a los países exportadores de petróleo, se discutió en profundidad por parte de los asistentes a la miniconferencía de la OPEP una fórmula que permita armonizar el precio del petróleo pesado. Estos cinco países, que son los principales productores de esa categoría de bruto, no venden en la actualidad el petróleo de igual densidad al mismo precio.

En efecto, existen diferentes calidades de bruto pesado, y cada uno de los cinco países reunidos en Ginebra tiene intereses divergentes que defender, ligados a las posibilidades de mercado.

Salvo Venezuela, que tiene asegurado su mercado de bruto pesado en el mercado norteamericano, los otros cuatro países se acusan entre ellos de practicar el dumping.

El estricto secreto en que se desarrollaron las conversaciones de ayer no permitió, por otra parte, conocer oficialmente si prosperó el acuerdo destinado a desligar el precio del petróleo de la divisa americana.

A última hora de ayer todo parecía indicar que la reunión fijada para un día de duración se prolongaría hasta hoy en la mañana.

La postura de Venezuela

Las autoridades monetarias venezolanas se muestran expectantes ante la decisión de distintos países árabes de la OPEP de revaluar sus monedas con respecto al fluctuante dólar norteamericano, mientras que otros anunciaron su intención de utilizar como unidad de cuenta para sus ventas petroleras a los derechos especiales de giro (DEG), la moneda artificial del Fondo Monetario Internacional, compuesta por dieciséis monedas nacionales.Venezuela observa positivamente estas decisiones paralelas porque significan de facto un incremento en el precio del petróleo que venden esos países, al mismo tiempo que hacen frente a la devaluación mundial y a la caída del dólar en los mercados europeos.

Sin embargo, las autoridades monetarias aseguran que no existe aquí ningún proyecto tendente a modificar la vinculación del bolívar al dólar. Desde 1973, el bolívar mantiene su paridad fija con la moneda estadounidense en 4,30 bolívares por un dólar.

Venezuela basa su posición en que las exportaciones petroleras de este país van dirigidas en un 50 % a Estados Unidos, siendo su segundo cliente Canadá. Por ello la fluctuación del dólar en los mercados monetarios europeos no afecta al valor real de sus ventas en la misma forma que a los países árabes, cuyas exportaciones petroleras van destinadas principalmente a las naciones europeas con monedas fuertes.

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