En peligro la ley de Autonomías para Escocia
Tres derrotas sucesivas del Gobierno en el Parlamento británico, en la madrugada de ayer, han puesto en peligro el futuro de la ley de devolución a Escocia, que se debate en Westminster por el polémico procedimiento de «guillotina». Diputados laboristas que votaron contra su partido junto con la oposición conservadora fueron los principales artífices de lo que se considera él más serio revés para el Gabinete sobre el tema de la autonomía escocesa.La más importante de las enmiendas aprobadas al proyecto del Gobierno es la que permitirá a las islas Orcadas y Shetland decidir por sí mismas, en referéndum especial, si se integran o no en una futura asamblea escocesa, aun cuando los escoceses en su conjunto voten en favor de su establecimiento. El hecho de que el 60% del petróleo del Reino Unido fluya de los pozos de estas islas escocesas, unido a lo abultado de la derrota (204 contra 118 votos), confiere especial relevancia a la decisión parlamentaria. Si los habitantes de las islas votan contra la devolución, los argumentos económicos del Gobierno en favor de una administración regional escocesa se habrán venido abajo.
El segundo revés de importancia lo sufrió el Gabinete con la aprobación, por 166 votos contra 151, de una enmienda laborista que exige un mínimo del 40% de respuestas afirmativas, sobre el total del censo, para que sea aprobado el establecimiento de una asamblea escocesa. La ley de devolución de poderes a Escocia no adquirirá efectividad hasta que los habitantes de la región se pronuncien en un referéndum, previsto inicialmente para junio o julio, sobre su aceptación. Aunque los partidarios de la enmienda aprobada argumentan que su propósito es evitar que la autonomía tenga vía libre gracias a un voto minoritario de los escoceses, un análisis del porcentaje medio de votantes en la región muestra la dificultad de superar el tope mínimo fijado. Con una participación máxima de alrededor del 75 % del censo, el 40% de respuestas afirmativas requeridas exigirá un «sí» del 53% del electorado, porcentaje que deberá ser tanto más elevado cuanto más disminuya la participación en el referéndum. En el caso probable de que menos de este 40% vote a favor, el Parlamento abrogaría la ley de Devolución, según la tercera de las enmiendas al proyecto gubernamental, aprobada por 168 contra 142 votos.Para el Gobierno, acusado desde todos los frentes de iegislar para Escocia por el procedimiento de «mayoría silenciosa», ya que la «guillotina» impide la discusión de la mayoría de las cláusulas de la ley de Devolución, la aprobación de la autonomía escocesa se ha convertido en su objetivo prioritario.
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