UCD y los cabildos, responsables de la falta de acuerdo en Canarias

La federación canaria del PSOE ha instado a la UCD a que en breve plazo fije una posición unitaria y definitiva sobre el proyecto de preautonomía aprobado hace un mes por la Asamblea de Parlamentarios del archipiélago, y que, según los socialistas, está siendo boicoteado por algunos senadores del propio partido gubernamental.El PSOE anuncia su propósito de presentar en el Congreso, una vez transcurrido este plazo, que ya ha comenzado a contar, una proposición de ley que recoja los criterios de la comisión ejecutiva regional del partido y que, en esencia, contempla el arbitraje de una fórmula de equidad entre los representantes de las siete islas hasta la celebración de elecciones de Administración local y la articulación a partir de dichos comicios de un procedimiento de elección directa para los componentes del órgano preautonómico, con arreglo a un criterio de paridad entre islas mayores y menores.

Mientras tanto, la desunión continúa siendo la nota predominante entre los representantes del archipiélago en las Cortes. «La Asamblea de Parlamentarios canarios no se volverá a convocar hasta que la Unión de Centro Democrático no se ponga de acuerdo», éste es el criterio del presidente de dicha Asamblea y senador real Antonio González, que días pasados calificó de vergonzosa la última reunión que se celebró en Santa Cruz de Tenerife, en donde los parlamentarios canarios no se pusieron de acuerdo para aprobar el proyecto de preautonomía ya redactado y cuya puesta en vigor es vital para los intereses del archipiélago canario.

La decepción en las islas por el espectáculo que están ofreciendo los representantes canarios es generalizada. La prensa del archipiélago ha hablado de «una lamentable asamblea», «vergüenza regional». Esta es, efectivamente, la impresión que se está dando ante el electorado canario, que no comprende cómo ante una situación tan dramática para las islas -paro, analfabetismo, emigración, violencias- unos parlamentarios no llegan a unificar los mínimos criterios para iniciar una política autónoma contra otra de tipo centralista que está llevando a Canarias hacia el abismo.

De alguna manera, da la impresión en no pocos sectores populares que están entendiendo el problema como un conflicto interoligárquico en el que, de una parte, están determinados parlamentarios y, de la otra, la vieja oligarquía usufructuaria de cabildos.

En este momento los obstáculos para la preautonomía canaria surgen de dos frentes. Por una parte, está el deseo del senador palmero Acenk Galván de obtener una representación paritaria para todas las islas en el seno del ente preautonómico, opinión que no comparten los demás parlamentarios de UCD. Considera el senador de La Palma que ésta es la única manera de acabar con el centralismo de las islas mayores sobre las menores.

Por otra parte, está la oposición de los cabildos a que sólo los parlamentarios lleven el protagonismo en la elaboración del borrador del texto preautonómico y su posterior negociación con el Gobierno. Hay una razón de peso que justifica la ofensiva de los cabildos y que empezó después de que se hiciera patente la indisciplina de los parlamentarios de UCD, incapaces aún de presentar un proyecto de partido. La razón de la ofensiva de los cabildos y ayuntamientos está en que con los planteamientos preautonómicos actuales perderían el control de los 10.000 millones de pesetas que anualmente se recaudan gracias a los arbitrios insulares.

Los cabildos rechazan de plano la participación de la Junta General de Canarias en la administración de los fondos de la Junta Interprovincial de Arbitrios Insulares. Esta es la causa última del enfrentamiento que se registra entre los representantes elegidos democráticamente y las fuerzas instaladas en el poder.