El PCF del considera "intolerables" las advertencias de Carter

Medios de comunicación y partidos políticos franceses, en especial el comunista, calificaron ayer de «injerencia» de Estados Unidos en la política interior italiana su decisión de oponerse a la participación de los comunistas en el Gobierno de Roma.Sólo el Ministerio de Asuntos Exteriores estimó que tal intervención «no pone en entredicho» la soberanía italiana. Por otra parte, el Partido Comunista francés condenó, con vigor nuevo, los ataques formulados contra el eurocomunismo por la revista soviética Tiempos Nuevos.

Por lo menos, los americanos no se han servido de paños calientes», reconocían ayer los observadores políticos franceses para, en su mayoría, extrañarse de lo que se considera como una «injerencia», en la vida política italiana y una «curiosa interpretación de la democracia», por parte de Estados Unidos, como da a entender el editorialista del diario independiente, Le Monde. Nadie imagina que Washington, si los comunistas llegasen alguna vez al poder en los países mediterráneos, intervendría como lo hizo la Unión Soviética en Checoslovaquia en 1968 para «normalizar el socialismo», sino que emplearía otros medios, fáciles de imaginar en la actual Italia, tan maltrecha económicamente.

Los comunistas franceses se indignaron en términos vigorosos calificaron ayer de «intolerable» la advertencia norteamericana referida a sus colegas de Italia.

En medios próximos al Partido Socialista de François Mitterrand estimaron que había efectivamente «injerencia», pero matizaron: primero, que el presidente Carter, cuando la semana pasada se entrevistó en París con el señor Mitterrand, «no ejerció presión alguna sobre este último»; y segundo, que, a pesar de todo, convendría diferenciar la actitud del antiguo departamento de Estado, dirigido por Henry Kissinger, de la «doctrina Carter» sobre el eurocomunismo, más «vaga», opinión de los socialistas franceses.

Defensa del PCE

Por otra parte, el órgano oficial del Partido Comunista francés, L'Humanité, criticó ayer duramente los ataques soviéticos contra e1 eurocomunismo y, en particular, centra las tesis del Partido Comunista de España. Refiriéndose al último ataque de la revista Tiempos Nuevos contra Manuel Azcárate, el PCF estimó, con una determinación que nunca había mostrado en esta querella, que «él eurocomunismo no es una conjura y que la agresión polémica, el espíritu de anatema o la excomunión no cambiarán en nada las realidades de nuestro tiempo».

Tiempos Nuevos afirmaba que el eurocomunismo, defendido por Azcárate constituía un medio «para minar el movimiento comunista desde dentro, enfrentando a los partidos comunistas entre sí».