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Acuerdo sobre la necesidad de reelaborar el Plan Energético de Industria

El Plan Energético Nacional (PEN), al menos en la formulación propuesta por el Ministerio de Industria al Consejo de Ministros, es el resultado de sucesivos compromisos que han provocado una desnaturalización del contenido técnico del trabajo, declararon a EL PAÍS diversos expertos de distintos sectores relacionados con la energía. En el plan han coexistido las formulaciones preparadas por el tradicional equipo de la Comisaría de Energía, íntegramente mantenido por el ministro Oliart con los planteamientos realizados en los últimos tiempos desde otros ámbitos.

El plan fue presentado con prisas, sin la debida maduración -dicen algunas fuentes de la Administración- y con sorpresa para algunos departamentos, que formularon objeciones de fondo y forma a la documentación presentada por Industria.La interpretación literal del mandato del pacto de la Moncloa sobre la presentación a las Cortes de un plan energético antes de fin de año provocó en Industria una celeridad excesiva para plantear su alternativa al Consejo de Ministros y una serie de disposiciones legales que materializarán esa alternativa.

En la reunión del Consejo de Ministros en que se abordó a fondo el proyecto inicial de Industria -30 de diciembre pasado-, diversos ministerios formularon objeciones al plan que provocaron finalmente el aplazamiento del mismo y el encargo a una comisión interministerial de reconsiderarlo.

El Ministerio de Economía centró sus alegaciones al plan, según ha podido saber EL PAÍS, en tres ámbitos distintos. En el capítulo de precios, Economía objetó su preocupación por los efectos inflacionistas que suponía poner en práctica las elevaciones de precios propuestas por Industria. En el capítulo de previsiones de demanda energética para el próximo decenio, Economía estimó también, en base a diversos estudios, que la considerada por el plan era excesiva y debía reelaborarse. Finalmente, en cuanto a inversiones, que el plan estimaba en 800.000 millones para el próximo cuatrienio, Economía señaló también la posibilidad de que fueran más reducidas, sobre todo si se rebajaban las previsiones de consumo.

Comercio, por su parte, planteó también una serie de objeciones de tipo técnico sobre diversas contradicciones del plan en sus previsiones. Transportes planteó temas relacionados con sus áreas de competencia, concretamente fletes de petróleo. Hacienda, finalmente, planteó los problemas que supone la creación de un ente petrolero que integraría todos los intereses del Estado en el sector, la supresión de la renta del monopolio de transportes y la ubicación de este gran holding en el seno del INI.

Con este cuadro de alegaciones, protagonizadas en gran medida por el vicepresidente Fuentes Quintana, el plan quedó pendiente para revisión.

La primera y única reunión celebrada por ahora por la comisión interministerial creada para la revisión del plan se hizo el día 5 de enero, y en ella participaron Enrique Fuentes como presidente, y los subsecretarios de Hacienda (Dionisio Martínez), Energía (Luis Magaña), Comercio (Carlos Bustelo), Transportes (Ignacio Bayón), secretario general técnico de Economía (Matías Rodríguez Inciarte), Industria (Eduardo Punset) y Comercio (Gutiérrez Escudero), director general de Política Económica (José Luis Leal), Roberto Centeno (director general de CAMPSA) y Emilio Sanz Hurtado (director general de Petrolíber). A esta comisión se incorporará José Ramón Alvarez Rendueles, secretario de Estado de Coordinación Económica, que actuará de presidente de la comisión en ausencia del vicepresidente.

Dentro de esta comisión se creó un grupo de trabajo con el encargo urgente de reconsiderar las formulaciones del plan. La presidencia del grupo quedó adscrita a José Luis Leal (Economía) y con él se comisionó a Eduardo Punset, Matías Rodríguez Inciarte, Emilio Sanz y Roberto Centeno.

Este grupo de trabajo, dotado de facultades por el vicepresidente Fuentes, ha constituido equipos informales para el estudio de cada uno de los aspectos concretos del, plan y viene trabajando a lo largo de la presente semana de forma continuada e intensa en la reconsideración de la primitiva propuesta del Ministerio de Industria. Las expectativas de calendario del grupo, según pudo saber EL PAÍS, son de que en el transcurso de la próxima semana puedan presentarse unas primeras conclusiones a la comisión interministerial.

En torno a todos los planteamientos de política energética se han destacado siempre un cúmulo de intereses y de opiniones desde la empresa pública y las privadas y desde los lugares más insospechados. Como botón de muestra baste decir que prácticamente todas las empresas llamadas de relaciones públicas o de creación de imagen mantienen contratos con el sector energético. En un mismo organismo pueden reunirse hasta tres departamentos distintos de información o relaciones que pretenden facilitar el trabajo de los informadores.

La situación actual del plan es de suma sensibilidad en todos los sectores (eléctrico, empresa pública, Administración, banca, intereses exteriores, etcétera) por el trabajo de la comisión interministerial y especialmente del grupo de trabajo que, por primera vez, está constituido relativamente al margen de los intereses tradicionales del sector y con un claro encaje dentro de la coherencia de la política económica de todo el Gobierno.

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