El presidente Giscard busca el voto de las mujeres francesas

El «Gobierno más femenino del mundo» nació anteanoche, de manera inesperada, en Francia, con la promoción de tres señoras; al rango de ministro una de ellas, y al de secretarias de Estado las otras dos. En total, los efectivos del Gabinete Barre, tras este «reajuste técnico», ascienden a quince ministros y veinticuatro secretarios de Estado. El presidente, Valery Giscard d'Estaing, ha consumado lo que él mismo calificó de «reajuste técnico» por una razón evidente para gran parte de la opinión pública: sensibilizar hacia la derecha al electorado femenino que votará en los comicios legislativos de marzo.La señora Alice Saunier-Seite, 52 años, que ya era secretaria de Estado del Ministerio de Educación, en donde se distinguió por un carácter que le valió apodos como el de «Chirac con faldas», ascendió a ministra de las Universidades. La nueva secretaria de Estado del Ministerio de Justicia, Monique Pelletier, también de 52 años, trabajó en un informe sobre las drogas, por encargo de Giscard d'Estaing, y Nicole Pasquier, 47 años, ha abandonado la Secretaría de Estado de la Condición Femenina para ocupar una secretaría en el Ministerio de Trabajo. Si a las citadas se añade la ministra de la Salud, Simone Veil, y otras dos secretarias de Estado -Christiane Scrivener (Consumo) y Helene Missoffe (Salud y Seguridad Social)-, el total arroja la media docena de mujeres-ministras, sin precedentes en un Gobierno francés.

La oposición de izquierdas y no pocos observadores han visto en este «juego de damas» del presidente «una descarada baza electoral». Estos medios se interrogan acerca de las necesidades «técnicas» que han llevado a Giscard d'Estaing a promocionar a las tres señoras sesenta días antes de las elecciones legislativas.

El 52% del cuerpo electoral francés es femenino. Según los estudios que se realizaron con motivo de las elecciones presidenciales de 1974 y las legislativas de 1973, fueron las mujeres (más sensibles a la derecha) quienes derrotaron a la oposición. Algunos sondeos de las últimas semanas indicaron, por el contrario, que en el electorado femenino se esbozaba una corriente hacia la izquierda.